Yo, José Otero Ruibal, secretario en funciones del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de los de Pontevedra, doy fe de que en los autos que a continuación se expresan ha recaido sentencia, cuyo encabezamiento y fallo dicen literalmente:

«En Pontevedra a 28 de julio de 2001.

Fidel Jesús Río Pardo, magistrado juez de Primera Instancia e Instrucción número dos de Pontevedra y su partido, habiendo visto los presentes autos de menor cuantía 224/2000, seguidos ante este juzgado, entre

partes, de una como demandante Vifeco Galicia, S.A., con la procuradora María José Giménez Campos y el letrado Javier Gil Fierro, y de otra como demandados Manuel Carballal de la Iglesia, Ameal Iluminación, S.L., ambos en situación de rebeldía procesal sobre menor cuantía, fallo que, desestimando la demanda interpuesta por la procuradora Giménez Campos, en nombre y representación de la entidad mercantil Vifeco Galicia, S.A., frente a la entidad mercantil Amel Iluminación, S.L., y Manuel Carballal de la Iglesia, en situación de rebeldía procesal, debo absolver y absuelvo a los demandados de todos los pedimentos contra ellos deducidos; todo ello sin expresa imposición de costas.

Contra esta resolución cabe recurso de apelación que se interpondrá por escrito ante este juzgado en término de quinto día.

Así, por esta mi sentencia, lo pronuncio, mando y firmo».

Y para que sirva de notificación a los demandados rebeldes, expido el presente en Pontevedra a 29 de enero de 2002.

El secretario

Rubricado

JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA E INSTRUCCIÓN NÚMERO UNO

DE SANTIAGO DE COMPOSTELA