Galego | Castellano

DOG - Xunta de Galicia -

Diario Oficial de Galicia
DOG Núm. 203 Miercoles, 16 de octubre de 1996 Pág. 9.159

I. DISPOSICIONES GENERALES

CONSELLERÍA DE EDUCACIÓN Y ORDENACIÓN UNIVERSITARIA

RESOLUCIÓN de 25 de septiembre de 1996, de la Dirección General de Ordenación Educativa y Formación Profesional, por la que se dictan normas para el desarrollo de lo dispuesto en la Orden de 4 de octubre de 1995 en relación con la cultura religiosa, por la que se regulan las actividades alternativas a la enseñanza de la religión.

La Orden de 4 de octubre de 1995 (DOG del 8 de noviembre) por la que se regulan las actividades de estudio alternativas a la enseñanza de la religión, establecidas por el Decreto 235/1995, de 20 de julio (DOG del 10 de agosto), para las enseñanzas de régimen general en la Comunidad Autónoma de Galicia, autoriza en su disposición última a la Dirección General de Ordenación Educativa y Centros para dictar las normas precisas para la ejecución de lo establecido en dicha orden.

Las actividades de estudio alternativas, con su doble carácter de enseñanzas complementarias y su carácter formativo, de manera especial en la modalidad de cultura religiosa, presentan una novedad en el desarrollo de la actividad académica de los centros. Por esto se hace oportuno establecer unas normas complementarias que puedan prestar una orientación adecuada a los centros en los que se inician estas actividades y a los que en sucesivos años académicos, en virtud de la progresiva implantación de las mismas, las impartan.

De esta manera los centros podrán disponer de unas directrices prácticas orientadoras en la elaboración de los proyectos de centro y en su aplicación efectiva por el profesorado responsabilizado de la misma.

En virtud de esto, la Dirección General de Ordenación Educativa y Formación Profesional,

RESUELVE:

Primero.

1. En el segundo ciclo de educación secundaria obligatoria y en el primer curso de bachillerato los alumnos que no optasen por la enseñanza religiosa deberán desarrollar con carácter obligatorio actividades de cultura religiosa bajo la dirección y supervisión de un profesor.

Estas actividades consistirán en tareas encuadrables en el marco normativo establecido en la Orden de 4 de octubre de 1995 y en las orientaciones didácticas propuestas en el anexo a la presente resolución.

2. En el segundo ciclo de la educación infantil, en la educación primaria y en el primer ciclo de la educación secundaria obligatoria las orientaciones propuestas en el anexo serán aplicables a los alumnos que opten por la actividad de cultura religiosa. A los alumnos que opten por la otra alternativa otras enseñanzas de actividades complementarias les será de aplicación lo recogido en el punto II del anexo de la Orden de 4 de octubre de 1995.

Segundo.

1. Los departamentos didácticos en la educación secundaria obligatoria y en el bachillerato así como, cuando proceda, los equipos de ciclo en la educación infantil y en la educación primaria elaborarán las propuestas de actividades de cultura religiosa según lo dispuesto en la Orden de 4 de octubre de 1995 y de acuerdo a las orientaciones didácticas del anexo de esta resolución. Estas propuestas se integrarán en el proyecto curricular del centro.

2. Los centros de formación continuada del profesorado (CEFOCOP) incluirán, en su programación anual, actividades de formación del profesorado relacionadas con las actividades de estudio alternativas a la enseñanza religiosa.

3. La Dirección General de Ordenación Educativa y Formación Profesional difundirá materiales de apoyo que sirvan de orientación a los centros para desarrollar las propuestas incluidas en el proyecto curricular y facilitar al profesorado la organización y dirección de las actividades concretas.

Tercero.

1. Las actividades de cultura religiosa con carácter de enseñanzas complementarias alternativas para los alumnos que no optasen por seguir la enseñanza religiosa no serán objeto de evaluación ni tendrán constancia en sus expedientes académicos. No obstante, la asistencia a estas actividades tiene la misma obligatoriedad que la asistencia a las demás áreas o materias.

2. Al término de cada curso y con objeto de que quede constancia de que los alumnos realizaron las actividades alternativas propuestas, los profesores encargados de las mismas le entregarán al jefe de estudios del centro una relación de los alumnos que participaron en las actividades correspondientes.

3. Los centros podrán expedir, a petición de los alumnos, una acreditación que especifique las actividades de estudio alternativas que realizaron, teniendo en cuenta la asistencia regular a ellas y la participación en las correspondientes tareas.

Cuarto.

1. La dirección de las actividades de cultura religiosa en los centros de educación infantil, educación primaria y en los institutos de educación secundaria obligatoria estará a cargo del profesorado del centro que voluntariamente pueda realizarlas en función de su disponibilidad horaria, de su especialidad y de la naturaleza de las actividades.

2. En los centros de educación infantil, educación primaria, de no haber profesorado voluntario, el director del centro asignará esta tarea a los maestros en función de su disponibilidad horaria, de su especialidad y de la naturaleza de las actividades programadas.

3. En el primer ciclo de educación secundaria obligatoria, de no haber profesorado voluntario, el director encomendará estas tareas al profesorado que imparta

clase en este ciclo, en función de su disponibilidad horaria, de su especialidad y de la naturaleza de las actividades programadas.

4. En el segundo ciclo de educación secundaria obligatoria y en el primer curso de bachillerato, de no haber profesorado voluntario, el director encomendará la dirección de estas actividades preferentemente a los profesores de filosofía, ciencias sociales, historia y geografía, latín, griego, lengua gallega y literatura, lengua castellana y literatura, lenguas extranjeras, siempre en función de su disponibilidad horaria, y de la naturaleza de las actividades programadas.

Santiago de Compostela, 25 de septiembre de 1996.

José Luís Mira Lema

Director general de Ordenación Educativa y Formación Profesional

ANEXO

Orientaciones didácticas para la programación de las actividades de cultura religiosa

1. Justificación y sentido de las actividades de cultura religiosa.

Las actividades de cultura religiosa se ofertarán en un contexto escolar como alternativa a unas enseñanzas de religión confesional. Esto lleva a orientar preferentemente su desarrollo en dirección a una vertiente cultural, histórica y social de hecho religioso. En dirección a lo que tiene más de fenómeno objetivable, lo que puede ser descrito y presentado con mayor rigor científico, dejando respetuosamente a las enseñanzas comprometidas con una determinada fe (voluntariamente elegidas por el alumno) el desarrollo de los contenidos dogmáticos específicos de la misma.

El interés y valor educativo del contenido de estas actividades de cultura religiosa es indiscutible por la importancia objectiva del hecho religoso en si mismo, en sus raíces y consecuencias antropológicas y sociales, en su evolución, en sus manifestaciones en las artes, en la literatura y en la música. Todos estos factores fueron decisivos en la constitución de la identidad sociocultural de Galicia y de presencia continua en nuestra historia, como también en la sociedad y en la cultura, en la historia de España, del mundo occidental y de toda la humanidad.

La importancia y complejidad del hecho religoso abonan la conveniencia de su conocimiento reflexivo que debe graduarse de acuerdo con los niveles de evolución personal que corresponden a los alumnos de las diferentes etapas educativas.

La programación y realización de estas actividades de cultura religiosa tinen un carácter formativo complementario al favorecer que los alumnos profundicen en el conocimiento de las creencias, actitudes y valores básicos de nuestra tradición y patrimonio cultural analizando y valorando críticamente las realidades del mundo contemporáneo y los factores y antecedentes que en el influyen.

2. Objetivos generales.

A lo largo de todo el proceso escolar, las actividades de cultura religiosa contribuirán de una forma gradual a la consecución de los siguientes objetivos generales:

-Discernir en la complegidad del mundo social circundante y los principales elementos de la naturaleza, origen o connotación religiosa de sus manifestaciones plásticas, literarias y musicales en sus concreciones históricas y sociales.

-Interpretar estos elementos religosos en relación con sus agentes creadores o actores; su finalidad y sus significados simbólicos.

-Comprender el hecho religoso en sus relaciones con otros fenómenos importantes, naturales y sociales.

-Evaluar los elementos de las principales religiones críticamente en lo que pudieron aportar en el pasado y lo que aporten hoy al patrimonio cultural de la humanidad y a la constitución de la identidad sociocultural gallega.

-Analizar la interacción que vincula los fenómenos religiosos, políticos, económicos, estéticos y, en su caso, científicos apreciando el componente religioso dentro de la causalidade múltiple dos hechos históricos.

-Delimitar las características principales que definen las grandes religiones de Oriente y de Occidente, tanto en sus ideas fundamentales sobre la transcendencia, como en su interpretación del ser humano y de su dimensión moral.

-Examinar el conflicto de la razón y de la fe en sus desarrollo más significativos, comprendiendo que la filosofía dio respuestas muy diversas.

-Analizar el hecho religioso en su dimensión social, como aportación a la cultura y también como fuente de conflicto entre los hombres.

3. Contenidos generales y organización.

3.1. Aspectos generales.

El hecho religioso presenta un contenido variado y complejo, no sólo como hecho cultural sino también como experiencia personal. En su estudio se deberá tener en cuenta:

-Actitudes religiosas personales.

-Concepción del mundo.

-Normas o preceptos de conducta.

-Libros sagrados.

-Sistemas de organización social o institucional.

-Manifestaciones: culto, ceremonias, costumbres.

-Simbolismos religiosos: en la literatura, en la arquitectura, en las artes plásticas, en la música.

En todo momento histórico el tema religioso estuvo presente en la vida humana. Las manifestaciones varían en función de los pueblos. Esto nos lleva a dar cuenta de la diversidad de manifestaciones de un hecho histórico.

En nuestro medio gallego se detectan elementos religiosos arcaicos procedentes de substratos culturales prerromanos, greco-latinos y cristianos. Además, en la actualidad, en un mundo cada vez más intercomunicado, se produce la introducción de contenidos religiosos diversos incluso pertenecientes a grupos minoritarios.

El marco de referencia para el estudio del hecho religioso se situará en la indagación de la propia identidad cultural y se vertebrará en torno a las preguntas:

-¿Quién somos?

-¿De dónde venimos y a dónde vamos?

-¿Cómo forma parte la cutura religiosa de los engranajes da nuestra cultura?

3.2. Ejes vertebradores.

En el siguiente cuadro se sintetizará de un modo esquemático los tres grandes ejes de contenidos de estas actividades de cultura religiosa:

El hecho religoso como objecto de estudio requiere, por sus múltiples contenidos y manifestaciones, ser organizado en una estructura con los conceptos más esenciales:

-Lo sagrado.

-Lo profano.

-La creencia.

-La fe.

-La transcendencia.

-El misterio.

-La salvación.

Como proceso histórico, el estudio del hecho religioso debería tratar sobre:

-Las manifestaciones primitivas.

-Las grandes religiones.

Como quiera que una dimensión fundamental del hecho religioso es la experiencia personal, se tendrá en cuenta a la hora de estudiarlo las actitudes ante la religión:

-Ateísmo.

-Agnosticismo.

-Afirmaciones de Dios.

El desarrollo de los contenidos estructurados por estos ejes deberá llevar a los alumnos a cimentar el sentido de tolerancia y aceptación respectuosa de las diversas creencias que existen en su entorno.

4. Orientaciones sobre los contenidos.

De una forma muy genérica, se señalan a continuación unas orientaciones que permitan a los profesores responsables de estas actividades hacer en cada etapa educativa la concreción y desarrollo correspondiente de los contenidos generales.

4.1. Educación infantil.

Teniendo en cuenta las dificultades de esta etapa, en especial la corta edad de los alumnos, para realizar un desarrollo y programación de estas actividades se deben tener en cuenta las indicaciones que a continuación se desarrollan.

Para concretar los contenidos relativos al hecho religioso, los maestros que atiendan a los alumnos de educación infantil, enfocarán el acercamiento a su significado cultural desde la observación y la exploración del entorno natural, familiar y social.

Las actividades que se lleven a cabo deberán facilitar a los alumnos la comprensión del significado religioso de las tradiciones, de los ritos y de las costumbres de su entorno.

A partir de narraciones (cuentos o leyendas) se podrán introducir elementos propios de creencias de la cultura gallega en general y de su entorno próximo.

Se procurará fomentar el diálogo respecto de las narraciones, y, con las ideas que vayan surgiendo se podrán realizar actividades de plástica en las que los niños y niñas puedan simbolizar lo que ellos entienden sobre estas creencias y tradiciones. Durante las actividades de diálogo se fomentarán valores de respecto e interés por las distintas manifestaciones culturales.

Mediante visitas a lugares de significado sagrado para las distintas confesiones, en los que se pueda observar imágenes de personajes históricos relacionados con alguna religión, de elementos de la naturaleza u objetos de carácter igualmente sagrado, se podrá abordar el significado de las plegarias, de los ritos y del espacio sagrado. La comprensión del significado de estos aspectos se podrá plasmar en actividades creativas de plástica o mediante narraciones orales.

A partir de revistas y otros materiales que puedan existir en la escuela o en la casa los niños y niñas podrán recoger imágenes de objetos tradicionales de uso o significado religioso, así como de personas y personajes que participan activamente en acontecimientos religiosos. A continuación, se podrá proceder a la clasificación de las imágenes obtenidas y al diálogo sobre el significado de las ceremonias, peregrinaciones, monumentos religiosos y aquellos otros aspectos que se recogieran.

Con motivo de las onomásticas de los niños y niñas se podrá proceder a relatar las historias o acontecimientos de significación religiosa que tengan relación con nombres propios de los escolares o de sus familiares.

Mediante canciones populares o infantiles conocidas, o que los niños y niñas puedan aprender fácilmente, estos podrán identificar aspectos referidos a personajes u objetos de significación religiosa y relacionados con historias, lugares, elementos de la naturaleza, etc.

A partir de alguna de las historias narradas, por la maestra o el maestro o por los mismos niños, estos podrán realizar actividades de comunicación y repre

sentación, mediante la dramatización de la historia narrada.

A través de alguna actividad en la que se siembre o se plante algo de crecimiento rápido, los niños y las niñas podrán darse cuenta del significado más elemental de las fiestas y ritos que tienen relación con los ciclos de la siembra y recogida.

Con actividades creativas en las que los niños puedan expresar que hacen los días de fiesta, se podrá abordar el significado en las diversas religiones de los días festivos de la semana o del año, de las vacaciones de la Navidad o de la Semana Santa.

4.2. Educación primaria.

En la educación primaria, además de las orientaciones ya indicadas para educación infantil, se podrán realizar otras adaptadas al nivel y capacidad de los alumnos de 6 a 12 años, en las que se introduzcan ámbitos de reconocimiento relativos a los fundadores de las distintas religiones o a los protagonistas de historias sagradas que se relacionarán con manifestaciones culturales (cine, literatura, música, arte ...) y contradicciones orales que conozcan:

-Lectura y comentario de textos bíblicos, coránicos, religiosos orientales, etc. o de narraciones en las que los personajes tengan relación con estas temáticas.

-Transcripción y comentario de tradiciones orales y costumbres de significado religioso.

-Visualización y comentario de películas, reportajes o documentales de temática de connotación religiosa, realizando un texto narrativo en el que se incluya la emisión de opiniones personales fundamentadas.

-Recogida y comentario de noticias, ilustraciones, etc., sobre acontecimientos sociales relacionados con algunas religiones y elaboración de un dossier informativo.

-Intercomunicación de experiencias personales en relación con diversos elementos religiosos integrantes de las culturas.

4.3. Educación secundaria obligatoria.

En esta etapa el adolescente alcanza el uso del pensamiento formal con el siguiente ejercicio de las operaciones lógicas y la capacidad de comprender e incluso, elaborar teorías. Esto no debe olvidarse al diseñar la programación de las actividades de cultura religiosa que siempre tendrán un carácter complementario en relación con los objetivos generales de esta etapa en los que se establece que los alumnos conozcan y comprendan los elementos básicos de la cultura.

En el desarrollo de las actividades debe tenerse en cuenta las necesidades e intereses de los alumnos de estas edades para, con una metodología ajustada, favorecer su capacidad de aprender por si mismo y de trabajar en equipo.

La propuesta de los contenidos de esta etapa se hace en torno a los siguientes núcleos:

a) Las manifestaciones artísticas como elementos expresivos de creencias.

Se trata de ir viendo como el hombre se sirvió de las artes más diversas para expresar y manifestar los sentimientos religiosos. La finalidad que se persigue es la de desvelar el mensaje religioso expresado en las obras a través de ejemplos que permitan desentrañar su simbología. Es decir, asociar la obra de arte a una determinada forma de religiosidad, comprendiendo su simbología y alcanzar los conceptos básicos, indicados anteriormente, que permitan comprender el hecho religioso.

Se establecen las siguientes manifestaciones:

-Manifestaciones en la arquitectura: templos, mezquitas, ermitas.

-Manifestaciones en la pintura: selección de cuadros representativos de distintas creencias.

-Manifestaciones en la escultura: selección de obras.

-Manifestaciones en la música religiosa: cantos e himnos.

-Manifestaciones literarias: ascética y mística.

-Ejemplos representativos de las distintas expresiones artísticas religiosas en la cultura gallega.

b) Evolución histórica del hecho religioso:

-En las sociedades primitivas: mitos, religiosidad natural, brujería, fetichismo, etc.

-Las grandes religiones: budismo, judaísmo, islamismo, cristianismo.

Desarrollo histórico, geográfico y principales características que las definen.

4.4. Bachillerato.

Completando la educación secundaria, el bachillerato debe proporcionar a los alumnos una maduración intelectual y humana junto con la adquisición de los conocimientos y destrezas que les permitan desempeñar sus funciones sociales con responsabilidad, competencia y tolerancia, analizando y evaluando criticamente las realidades de su sociedad.

Teniendo en cuenta el contexto indicado anteriormente, se proponen los siguientes bloques de contenidos:

a) Actitudes ante la religión:

-Tolerancia e intolerancia.

-Fundamentalismos.

-Laicismo.

-Teoloxía de la liberación.

b) Razón y fe:

-Ateísmo.

-Agnosticismo.

-Afirmación de Dios.

c) Religión y sociedad civil:

-Acuerdos de las confesiones religiosas y los estados.

-Libertad religiosa.

-Confesionalismos estatales.

-Conflictos político-religiosos.

-La religiosidad de la sociedad gallega.

5. Dimensión formativa.

Las referencias en el apartado anterior a los contenidos inciden especialmente en los de tipo conceptual. Además, la semejanza con áreas o materias curriculares, en estas actividades de cultura religiosa podemos también hablar de contenidos de tipo procedimental y actitudinal. En este apartado se resaltan estes dos tipos de contenidos, especialmente importantes en estas actividades, que serán objeto de concreción y desarrollo en la programación que haga cada centro, teniendo en cuenta las características del alumnado y su entorno.

5.1. Contenidos procedimentales.

Los contenidos conceptuales formulados anteriormente, por su naturaleza y variedad, reclaman diversidad de técnicas requeridas por el desarrollo efectivo de esta actividad:

-Recogida y clasificación de objetos.

-Documentación bibliográfica y recopilación y valoración de noticias.

-Lectura comprensiva y análisis de textos.

-Redacción de informes y trabajos temáticos.

-Dramatizaciones.

5.2. Contenidos actitudinales.

-Favorecer la adquisión de actitudes de interés humano, de comprensión y de aceptación de diferencia, de tolerancia con lo discrepante y de apertura al diálogo y a la cooperación en la defensa y promoción de valores comunes, entre los diversos grupos en los que se encarna el pluralismo religioso de nuestro tiempo, incluido el laicismo irreligioso, agnóstico o indiferente.

-Cultivar la capacidad de apreciación y disfrute del patrimonio cultural de origen o connotación religiosa.

-Promover el compromiso en la conservación del patrimonio y en la difusión de su conocimiento.

6. Directrices metodológicas generales.

La programación, ejecución y evaluación técnico-pedagógica, ya que no académica, de estas actividades, de las que el profesorado encargado tendrá que responsabilizarse, deberán adecuarse a las edades de los alumnos y al consiguiente desarrollo de sus capacidades. En este sentido, los elementos temáticos concretos y las actividades correspondientes que reaparecen y se repiten en sucesivas etapas y niveles, deberán ser nuevamente seleccionados y enfocados segun las características y posibilidades de cada etapa y nivel. Cabe hablar así de rememoración por vía de progresión y ahondamiento, articulándose según una clave que podríamos esquematizar como círculo de círculos.

La labor escolar se centra siempre en la actividad del alumno, acogiendo y estimulando su iniciativa en el marco de las directrices que se señalan en estas orientaciones didácticas que pretenden dar coherencia

a una actividad con un valor específicamente formativo tanto en lo qué (contenidos temáticos), como en el cómo (procedimientos) y en el para qué (actitudes).

Las experiencias directas de los alumnos deben ser la puerta de entrada a todo este mapa de contenidos. Por lo tanto los contenidos concretos sobre los que se ejerza la actividad individual o de grupo de los escolares serán los más inmediatos en lugar y tiempo y se considerarán en las manifestaciones más accesibles y significativas de sus expresiones plásticas, literarias y musicales, así como en las onomásticas, toponimia, usos y costumbres, tradiciones y relatos, que el alumno tiene ya presentes o puede buscar en su entorno inmediato, dándole pautas para hacerlo y organizar todo el trabajo conforme al esquema conceptual propuesto.

Partiendo de los niveles más elementales de inmediatez de los objetos considerados, a los que deberán limitarse las actividades de los cursos más básicos, será después posible y obligado progresar gradualmente en la amplitud espacial y temporal de las manifestaciones del hecho religioso y en la profundidad de la interpretación de sus significados, facilitándoles a los alumnos líneas de indagación y selección, así como claves de análisis congruentes con el desarrollo de sus capacidades de comprensión y expresión y con la riqueza creciente de los materiales de que puede disponer.

La coherencia sistemática y continuidad progresiva que deben de tener estas actividades reclama un importante trabajo en equipo por parte de tódos los profesores responsables de su realización en cada centro, tanto por el carácter interdisciplinar de las mismas como para establecer una programación coherente y garantizar una realización armónica en cada etapa, ciclo y nivel, así como la transición fácil y progresiva de unos a otros.

En la realización de estas actividades en el tratamiento de los correspondientes contenidos, se debe asegurar siempre el respeto debido a la intimidad de todos y cada uno de los alumnos y a sus convicciones personales sobre los mismos. Procede promover la tolerancia, la comprensión y aceptación de la diferencia, el diálogo, la cooperación entre los diversos grupos con ideologías o creencias diferentes. Estas actitudes deben manifestarse ante todo en el ámbito cotidiano de las relaciones interpersonales.

En definitiva, estas actividades de estudio debidamente organizadas deben propiciar, mediante el fomento de un esfuerzo personal gratificante, la adopción de comportamientos cívicos y la elección responsable de valores, hábitos y formas de vida que favorezcan el desarrollo integral como personas.

7. Evaluación.

Según la normativa vigente, si bien las actividades de cultura religiosa no son objeto de evaluación y no tendrán constancia en el expediente académico de los alumnos, esto no implica que estas actividades no deban ser objeto de evaluación en el sentido más amplio

y técnico-pedagógico del témino. Como toda actividad educativa, debe conllevar un proceso de evaluación en lo que se realice una reflexión crítica para revisar y perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Metodológicamente podemos distinguir dos ámbitos en la evaluación, en los que está implicado el alumno:

-Los logros formativos conseguidos por los alumnos a lo largo del proceso de desarrollo de estas actividades en los tres campos: conceptos, procedimientos y actitudes. Esto permitirá valorar el proceso y será el principal elemento motivador para el alumno.

-Valoración del desarrollo de la programación didáctica de las actividades de cultura religiosa: su validez, las orientaciones, los objetivos programados y la metodología. Esta valoración llevará a introducir las correcciones necesarias.

5059