El conselleiro del Mar, Alfonso Villares, puso en valor el trabajo desarrollado por los operativos de Guardacostas de Galicia que, unidos a los agentes medioambientales y las brigadas de Tragsa, están reforzando el trabajo puesto en marcha por los ayuntamientos afectados de detección, retirada y limpieza de estos materiales en los arenales. El responsable autonómico hizo estas manifestaciones durante la visita al buque del organismo autonómico Sebastián de Ocampo en el municipio pontevedrés de Vilagarcía de Arousa.

El conselleiro informó que hasta el momento hay una treintena de ayuntamientos costeros afectados por el vertido y que se continúa monitorizando la situación a través del 112 notificándose puntualmente a los municipios donde conste avisos por la presencia de pellets. Además, explicó que la Xunta mantiene un Plan Camgal en fase 1 lo que permitió que ya hayan sido desplegados 200 efectivos para participar en los diferentes operativos y que serán incrementados en los próximos días. También explicó que, la rotura de algunos de los sacos en los que se transportaban los pellets plásticos esta dificultando las labores de recogida debido a su pequeño tamaño.

El titular de Mar insistió en que el Gobierno gallego está actuando desde el momento en que el Gobierno central comunicó oficialmente de la presencia de estos materiales en el litoral fruto de la pérdida de parte de su carga por parte de un buque mercante en aguas portuguesas. En esa línea, subrayó que el Ejecutivo estatal es conocedor desde el día 20 de diciembre del origen de los pellets que estaban llegando a la costa, una información que tardaron 14 días en facilitar a la administración autonómica. También defendió que la Xunta hizo pública toda la información facilitada por el Ministerio hasta el momento y volvió a reclamar mayor transparencia al Estado sobre el suceso.

Sebastián de Ocampo

El responsable autonómico pudo conocer de primera mano las características del buque de Guardacostas de Galicia Sebastián de Ocampo. Este buque, de 41 metros de eslora y 13 de manga, es un remolcador de apoyo que vino a sustituir al remolcador Conde de Gondomar después de 30 años operativo dentro del Plan de renovación del servicio de Guardacostas. Esta embarcación, que cuenta con una autonomía de 4.500 millas, forma parte de la flota de 23 buques con los que cuenta el ente autonómico para desarrollar labores de vigilancia, salvamento, lucha contra la contaminación y el furtivismo las 24 horas los 365 días del año .