El conselleiro de Cultura, Educación, FP y Universidades, Román Rodríguez, acompañado por el delegado territorial de la Xunta en A Coruña, Gonzalo Trenor, visitó hoy el Museo Arqueológico e Histórico de San Antón, donde técnicos del CSIC están analizando los dos torques hallazgos de manera casual en los últimos meses en una finca de la Mariña coruñesa para conocer su composición y origen.

Durante su visita, el responsable autonómico de Cultura explicó que las piezas fueron entregadas a la Administración autonómica por un particular y depositadas en el Museo Arqueológico e Histórico de San Antón de A Coruña, el centro de referencia para los hallazgos localizados en esta comarca, para su estudio y evaluación por parte de los técnicos. Tras esto, la Xunta de Galicia llevó a cabo una prospección arqueológica y geofísica en la parcela con el fin de comprobar si se escondían otras piezas, pero no fueron detectados ni niveles arqueológicos ni tampoco materiales antiguos.

Román Rodríguez aprovechó la ocasión para agradecer el proceder de la persona responsable del descubrimiento por su diligencia que “da una nueva oportunidad para ahondar más en nuestro pasado más singular y ahondar en la historia de esta comarca”.

Hipótesis inicias

La investigación preliminar hecha por Xosé-Lois Armada y Carlos Otero, del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC, mediante análisis de la composición química, estudio analítico de la composición del metal y observación microscópica, apunta a que los dos torques se encuentran en buen estado de conservación y podrían proceder de la Edad de Hierro. Además, la caracterización preliminar constata que ambos ejemplares presentan los trazos habituales del tipo ártabro, una tipología de la que solo se conocen 24 ejemplos, si bien en algunos casos a adscripción es dudosa al conservarse solo de manera fragmentado.

Este tipo se caracteriza por poseer finales en periña y decoración de hilos enrolados en tercios laterales, con motivos en gusanillo con botón central que delimitan la zona lisa. Además, un aspecto a destacar de esta tipología es que a menudo no son de oro macizo, sino que contienen núcleos elaborados con metales o aleaciones menos nobles.

Características singulares

En concreto, la primera pieza localizada tiene unas dimensiones de 147x143 mm, 11 milímetros de diámetro en el aro central y un peso de 390,3 gramos. Como cualidad singular de este torque, hace falta indicar que la unión con el aro con los finales muestra una pericia técnica inferior a la del resto de la pieza lo que sugiere que se trata de una reparación antigua. Además, los primeros resultados sugieren el uso de un oro con un porcentaje muy elevado de pureza.

En cuanto a la segunda pieza, las dimensión son de 161x38 mm, 18 de diámetro y un peso de 365 gramos. Sus características también son los habituales del tipo ártabro, pero con unos terminales ligeramente distinto entre sí, presentando uno de ellos una forma de tendencia más almendrada. La diferencia del primero ejemplar, en esta ocasión los investigadores pudieron detectar la presencia de un metal menos noble en el interior del aro a través de las ligeras roturas y zonas de abrasión.