La conselleira de Política Social y Juventud, Fabiola García, apuntó hoy que Galicia será la primera y única Comunidad Autónoma en contar con un complemento universal al Bono Residencia. Se trata de una ayuda extra de 1.200 euros al año que beneficiará a más de 10.000 gallegos para el pago de un centro residencial privado, con independencia de cal sea su grado de dependencia o nivel de renta.

Fabiola García, que esta mañana visitó la Residencia Sanitas de A Coruña, explicó que la Xunta destinará 55 millones de euros al año la este complemento, que está dirigido a todas las personas que precisan atención residencial, sin importar su grado de dependencia o situación económica.

La conselleira enmarcó esta medida en el “paso histórico” hacia universalización del acceso al sistema de atención a la dependencia que dará el Ejecutivo autonómico en los presupuestos de 2024. Así, a este complemento para las personas que cuenten con un Bono Residencia se suma el Bono Cuidado Universal, para aquellas que quieran seguir viviendo nos sus hogares. La Xunta destina 100 millones de euros al año a esta ayuda de 5.000 euros anuales que le permitirá a más de 20.000 gallegos —sin importar su nivel de dependencia o de renta—seguir en sus casas mientras son cuidados por un familiar, vecino o persona de confianza.

Más plazas, mejores centros y nuevos recursos

Fabiola García se refirió la otras mejoras impulsadas por el Gobierno gallego en el sistema residencial. En este sentido, señaló que se seguirán incrementando las plazas públicas en residencias, que ya se triplicaron nos últimos catorce años hasta conseguir las 15.000 en la actualidad.

Además, avanzó que se continuará extendiendo la red de centros públicos autonómicos, con la puesta en marcha de nuevas residencias, como la que la Fundación Amancio Ortega está construyendo en el barrio de Eirís y que supondrá la puesta en marcha de 150 nuevas plazas públicas.

También se refirió a las mejoras en el funcionamiento de las residencias públicas de mayores, que están en marcha a través de inversiones como lo de 1,2 millones de euros que se ejecuta en la residencia Torrente Ballester; y a la creación de nuevos recursos, como los primeros centros de cuidados intermedios públicos de España.