La Xunta de Galicia someterá al procedimiento de información pública el proyecto de decreto por lo que se aprueba el Plan de gestión del paisaje protegido de Os Penedos de Pasarela e Traba, en los ayuntamientos de Laxe y Vimianzo.

Tal y como se recoge en el anuncio publicado hoy en el Diario Oficial de Galicia, en el plazo de un mes, contado a partir de mañana, martes, 10 de octubre, se podrá consultar toda la documentación en el portal de transparencia de la Xunta y en la página web de la Vicepresidencia Segunda y Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, con el fin de que todas las personas interesadas puedan enviar sus alegatos o sugerencias preferentemente por correo electrónico o a través de un escrito dirigido a la Dirección General de Patrimonio Natural.

Con este paso la Vicepresidencia Segunda y Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda avanza en su objetivo de que cada paisaje protegido cuente con un plan de gestión propio. En esa línea, este instrumento de planificación establecerá el régimen de usos y las actividades permisibles, así como las limitaciones y medidas que se consideren necesarias para la conservación del espacio y la preservación de los hábitats y de las especies.

Hace falta recordar que, según la Ley de patrimonio natural y de la biodiversidad de Galicia, los paisajes protegidos son aquellos espacios que, por sus valores naturales, estéticos y culturales, y de acuerdo con el Convenio del paisaje del Consejo de Europa, son merecedores de una protección especial.

Asimismo, la legislación vigente también indica que en los paisajes protegidos se procurará el mantenimiento de las prácticas tradicionales que contribuyan a la preservación de sus valores y recursos naturales y de las relaciones y de los procesos, tanto naturales cómo socioeconómicos, que contribuyeron a su formación y hacen posible su mantenimiento.

Os Penedos de Pasarela e Traba, declarados paisaje protegido en el año 2008, son un conjunto de elevaciones graníticas que ocupan una superficie de aproximadamente 212 hectáreas. Más allá de su notable interés geológico, estas peñas también destacan como elementos figurativos y culturales del paisaje en la que se localizan.