El delegado territorial de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén, supervisó esta mañana, acompañado de los alcaldes de Maside, José Manuel Iglesias, y de O Carballiño, Francisco Fumega, las obras de la nueva senda peatonal en la calle Ourense y en su conexión con la avenida 25 de Xullo, a su paso por estos municipios ourensanos.

Se trata de unas actuación en las que la Xunta, a través de la Consellería de Infraestructuras y Movilidad, está invirtiendo cerca 50.000 euros.

El delegado territorial explicó que con esta actuación la Xunta impulsa la mejora de la accesibilidad para el tránsito peatonal en las márgenes de la calle Ourense, coincidente con el trecho de la carretera N-541 situado entre los puntos kilométricos 0 y 0 230, y en su conexión con la avenida 25 de Xullo.

Una “importante actuación” que según Gabriel Alén “atiende a las necesidades de mejora de la seguridad viaria en este entorno con paso constante de peatones que hacen uso de los distintos servicios existentes en la zona: gasolinera, supermercado y para las propias viviendas de la zona”. “Un ejemplo más -mantuvo el delegado- de los esfuerzos de la Xunta por la mejora de la red viaria y la dotación de itinerarios que favorezcan los desplazamientos a pie de modo más cómodo y seguro a los vecinos”.

Los trabajos se iniciaron en la glorieta de intersección con la AG-54 y conectan con el paso de cebra situado en el punto kilométrico 0 220, donde ya se dispone de acera actualmente en ambas márgenes. El tramo de esta actuación pertenece al término municipal de Maside, salvo los últimos 50 metros, entre aproximadamente los puntos 0 180 y 0 230, que corresponden al ayuntamiento de O Carballiño.

Para garantizar la accesibilidad de la senda, se adecuaron las dimensiones de la plataforma de la carretera compatible con la seguridad de los vehículos y peatones, para lo cual se redujo ligeramente la anchura de los carriles actuales, de 3,40 metros hasta 3,25 metros, dotándose la carretera de arcenes de 0,50 metros.

La senda peatonal se está ejecutando a ambos lados de la vía, dentro de los límites del dominio público de la carretera.

En la margen izquierda, la senda se desarrolla con una anchura de 2 metros, a nivel de la calzada y manteniendo un arcén de 0,50 metros. Se ejecuta en hormigón de 15 centímetros de espesor reforzado con mallazo, sobre 25 centímetros de zahorra. En este tramo, el paso de cebra del punto 0 220 se conectará con la acera existente y se dispondrá el pavimento podotáctil necesario.

En la margen derecha, la senda se construye con un ancho variable de entre los 1,80 y los 2 metros, en función del dominio público disponible, y con el mismo pavimento de hormigón que en la margen izquierda. En esta margen también se está dotando de accesibilidad el paso de cebra del punto 0 220, y además se trabaja en la mejora del firme en el acceso del kilómetro 0 195, aprovechando para reubicar el paso de cebra existente en ese punto para alinearlo con el itinerario peatonal creado.