El conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, visitó hoy la reforma de la UCI del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense, que incrementará en un 30% el número de camas, y que estará dividida en boxes individuales, aprendiendo las lecciones de la pandemia. En la visita, el titular de la cartera sanitaria estuvo acompañado por el delegado territorial de la Xunta, Gabriel Alén, y por el gerente del área sanitaria, Félix Rubial. Tal y como dijo Comesaña, “la obra comenzó en enero, y supone una inversión de 8,2 millones de euros, posibilitando también modernizar este edificio Cristal, que es el más antiguo del complejo”.

La obra tiene dos fases. La primera es la habilitación de un nuevo espacio para pacientes críticos, en el que se habilitarán 10 nuevos boxes. La segunda, es la reforma integral del actual espacio de UCI, con la instalación de 20 boxes individuales más en esa localización.

El buen avance de las obras va a permitir, -incidió Comesaña-, “que en el mes de junio el Sergas pueda trasladar ya el servicio de UCI la este nuevo espacio e iniciar, por tanto, la segunda fase, con la reforma del que se está utilizando actualmente, hasta que se pueda unir con el nuevo y formar esa nueva unidad integrada de 30 camas”.

Mejoras por más de 80 millones de euros

El conselleiro subrayó que, en esta legislatura, “la Xunta tiene iniciados proyectos en el CHUO por más de 80 millones de euros”, que implican mejoras en el complejo hospitalario por cuatro flancos. En primer lugar, está la obra del nuevo edificio de hospitalización y de reforma del materno-infantil, que comenzó en noviembre del año pasado “y de la que todos los ciudadanos pueden comprobar sus avances”. Es una obra de 48,2 millones de euros que supone un nuevo edificio de doce andar destinado la hospitalización y la radiología y urgencias, junto con la remodelación de todo el actual edificio del Materno.

El segundo flanco es el nuevo servicio de medicina nuclear, que se instalará en el andar -1 del Materno, y que inició también su obra a finales de 2022, con una inversión de 2,8 millones en la obra y otros 2,5 en equipación tecnológica. Esta obra va a servir, en primera instancia, para instalar, por primera vez en el área de Ourense, un equipo PET, “que evitará desplazamientos de pacientes ourensanos a Vigo”.

En segundo lugar, va a servir para sustituir las dos gammacámaras con las que cuenta el CHUO y para trasladar las noticias desde el hospital Santa María Madre hasta este nuevo espacio en el sótano del Materno.

La tercera gran actuación es, -dijo Comesaña-, el proceso de renovación de equipos tecnológicos. Así, la Xunta tiene en marcha más inversiones en equipación hasta los 19 millones de euros para incorporar nuevos equipos que no tenía el CHUO, como el PET, el robot quirúrgico, que lleva ya casi dos años funcionando, o la sala de neuroloradiología vascular intervencionista, que se va a instalar este año “y va a permitir que Ourense tenga unidad de ictus”.

Este proceso también va a servir para renovar algunos equipos que ya tiene y sustituirlos por tecnología más moderna y más puntera. Se trata de aceleradores lineales, hemodinámica, radiología vascular, los TACs, incluyendo la incorporación de un TAC espectral, y los equipos de ecografía con hasta 9 nuevos, o todo el bloque quirúrgico con renovación de las mesas quirúrgicas, de las lámparas, de los equipos de radiocirugía, de las máquinas de anestesia y de las estaciones de quirófano.

Nuevo modelo de UCI en el Sergas

Segundo señaló el responsable del Sergas, la experiencia de la pandemia mostró el necesario de la inversión en las unidades de críticos. Por una parte, la covid demostró que, en momentos de tensión, podían quedarse pequeñas, y, por otra, puso de manifiesto a necesidad de avanzar hacia configuraciones con boxes individualizados, que no solo son más operativos cuando se trata con enfermedades infecciosas, “sino que facilitan otro proceso fundamental, que es lo de la humanización de las unidades de críticos, mejorando el confort en el so del paciente ingresado sino, también, de sus familias”.

Este es el modelo imperante en los hospitales más nuevos como los de Lugo o Vigo, -dijo el conselleiro-, pero “quedaba pendiente extenderlo al resto, y en eso está trabajando el Sergas”. Así, en verano del año pasado, el Gobierno gallego puso en marcha a nueva UCI del hospital del Santiago con esta misma filosofía. A lo largo de este año finalizará la reforma de la UCI del Hospital de A Coruña, dentro de la fase 0 del nuevo CHUAC. Asimismo, hay renovaciones de las unidades de críticos en las obras ya en marcha en los hospitales de Pontevedra y Ferrol, también con ampliaciones de camas y con el aumento de la individualización.

Por lo tanto, con este proyecto en Ourense, “el Sergas completa la adaptación de las unidades de críticos de Galicia a las enseñanzas sacadas de la pandemia de la *covid”. Creo, -dijo *Comesaña-, “que reaccionamos en un tiempo récord para adaptar los espacios en los que tratamos a nuestros pacientes más delicados a los más altos estándares de calidad, no solo de capacidad asistencial, sino, también, en el que alcanza a la humanización y el cuidado de los pacientes y de sus familias”.

Tal y como puso en valor el conselleiro, “el sistema sanitario público gallego fue uno de los que mejor resistió esa gran prueba que fue la pandemia, pero nuestro deber y tomar nota del que era susceptible de mejora e invertir los recursos necesarios para seguir perfeccionando un servicio público de salud como el nuestro”.