El Diario Oficial de Galicia publica hoy la resolución que inicia el proceso para declarar como Bien de Interés Cultural (BIC) el Pazo de Lourizán, en la categoría de monumento con nivel de protección integral, con el que se da un paso más para su futura rehabilitación.

A La hora de incoar el expediente -que supone su protección inmediata- los técnicos de Patrimonio Cultural de la Xunta tuvieron en cuenta su “singular valor arquitectónico” y su papel destacado como “ejemplo” de la arquitectura civil de estilo ecléctico. Se define en el expediente como “una edificación singular y singular de Galicia” tanto por sus elementos artísticos y arquitectónicos, como por los históricos y científicos que se relacionan con el conjunto. Se valora, además, su capacidad de adaptación a los diferentes períodos históricos y también sus distintos usos, desde una original granja hasta una zona de recreo y posteriormente una residencia.

La publicación de la incoación en el Diario Oficial de Galicia es el inicio de la tramitación de este expediente que ahora dispone de un plazo de 24 meses para ser completado. Es el primer paso de la hoja de ruta del Gobierno autonómico para este pazo que será cedido por la Diputación de Pontevedra. Entre otras cuestiones, permitirá acceder a los fondos europeos Next Generation en marcha para la dinamización del Patrimonio Histórico con uso turístico, en los que la incoación BIC es un requisito necesario.

Vinculación histórica

El expediente valora el Pazo de Lourizán en distintos aspectos. En lo relativo a la construcción, se puede considerar único en Galicia por su carácter y dimensiones y es ejemplo destacado de la arquitectura civil ecléctica, con el estilo conocido cómo Segundo Imperio Francés. Indica que su configuración actual responde a la reforma de Jenaro de la Fuente a comienzos del siglo XX, con Montero Ríos como propietario. La intención era convertir la quinta en un pazo, imitando y superando la tipología de los hôtels a la moda francesa, en línea con las arquitecturas del ocio cosmopolitas del siglo XIX.

También se ponen de relevancia su vinculación con Montero Ríos como personalidad política de la transición al siglo XX, las diferentes menciones en la documentación y literatura al pazo de Lourizán y sus jardines como lugar en el que pudieron acontecer momentos y decisiones políticas relevantes. Además, destaca la presencia, desde mediados del siglo XX, de la actividad de investigación y docencia en materia forestal, quedando cómo muestra el predio, que cuenta con ejemplares excepcionales y reconocidos por su singularidad y valores naturales.

Delimitación del pazo

La delimitación del pazo está constituida por el edifico principal, la escalinata del acceso, pórticos y escaleras laterales. También se incluyen las construcciones anexas de la caballería, el patio trasero y los cierres y zonas pavimentadas próximas al edificio. La relación de elementos inmuebles localizados en el contorno de protección, y que tienen consideración de partes integrantes del BIC, son la antigua fábrica de aguardientes y hielo artificial, a Fonte de las Tres Cañerías, el lavadero, la Gruta de los Espejos, el molino, el Parque de las Rías, el invernadero, el palomar y el hórreo y la era.

En origen, la hinca de Lourizán, conocida cómo Granxa de la Sierra, estaba dedicada la casa de campo y granja, por lo que la actividad principal era agroganadera. La construcción fue mudando, convirtiéndose en un pazo tradicional que contaba con capilla, corral y cortes. Posteriormente pasó a tener un uso residencial más definido. La compra y uso de Montero Ríos derivó cara un espacio de residencia de ocio y recreativo.

En la actualidad el Pazo de Lourizán forma parte del Catálogo del patrimonio cultural de Galicia y cuenta con un nivel de protección integral en el vigente planteamiento urbanístico del término municipal de Pontevedra, al estar recogido en el Catálogo de Edificación y Elementos para Conservar de la ciudad y medio rural de Pontevedra.