El director general de Asistencia Sanitaria del Sergas, Jorge Aboal, desmintió hoy en el Parlamento, ante una pregunta de la oposición, la existencia de cualquier cesión de tecnología sanitaria de titularidad autonómica a la sanidad privada para obtención de beneficios.

Aboal concretó que, en el año 2015, la Xunta adjudicó diversos contratos de adquisición de equipación tecnológico, parte de los cuales obtuvieron financiación por parte de la Fundación Amancio Ortega. En el caso concreto del área sanitaria de A Coruña, el acelerador lineal y el PET-TC adquiridos se pusieron a disposición, mediante un convenio firmado en el año 2016, del Consorcio Oncológico de Galicia, un consorcio público autonómico creado mediante decreto en el año 2008 por el gobierno bipartito.

Este ente está adscrito como consorcio autonómico a la Comunidad Autonómica de Galicia, y así figura tanto en el Inventario de entes del sector público del Ministerio de Hacienda cómo en la relación de los consorcios autonómicos de los informes del Consejo de Cuentas sobre el sector público autonómico. El dominio de este consorcio es eminentemente público, encabezado por la administración autonómica, que ostenta más del 57% de la titularidad junto a un 14,3% del Ayuntamiento de A Coruña. Solo el 28,5% de la participación corresponde a una entidad privada, la Fundación Centro Oncológico, una fundación sin ánimo de lucro dirigida por un patronato del que forman parte cargos públicos como el conselleiro de Sanidad o la alcaldesa de A Coruña.

El convenio del año 2016 aclara que no existe cesión de la titularidad de los equipos, que sigue siendo del Sergas, sino una puesta la disposición del Consorcio de los mismos, que decide que se localicen en las instalaciones de la Fundación Centro Oncológico siguiendo el marcado por un convenio firmado el 8 de mayo de 2008 entre Junta y Fundación, en el cual se consolida la prestación de la radioterapia y medicina #nuclear de los pacientes del Sergas del norte de Galicia en este centro.

En concreto, el dicho convenio incluía cómo primera cláusula la “de Suscribir el presente convenio como manifestación del interés común que poseen las partes de prestar la asistencia sanitaria especializada en materia oncológica”. Posteriormente, el Decreto 141/2008, de 19 de junio , por lo que se constituye y regula la composición y funciones del Consorcio Oncológico de Galicia recogió, en su exposición de motivos, que “la importancia de la asistencia sanitaria en materia de oncología exige y justifica la concepción y el diseño de un consorcio como organización idónea para facilitar la acción conjunta y coordinada de las administraciones públicas e instituciones implicadas a través de un marco estable”, o que “el Consorcio Oncológico de Galicia se concibe así como un instrumento ejecutivo de esfuerzo combinado entre las entidades que lo integran con la finalidad del aprovechamiento eficiente de todos los recursos sanitarios en materia de oncología, de manera que se garantice a los ciudadanos una asistencia integral, de calidad y en condiciones de igualdad”.

Es decir, las actuaciones rubricadas por el gobierno bipartito consideraron que la organización idónea para hacer un aprovechamiento eficiente de los recursos sanitarios en materia de oncología era consolidar esa colaboración entre el Sergas y la Fundación Centro Oncológico y la atención de los pacientes Sergas en este último.

En ese contexto, toda vez que la estructura asistencial fijada por esos acuerdos establece que las prestaciones de radioterapia y medicina nuclear del norte de Galicia se realizarán en las instalaciones de la Fundación Centro Oncológico, la única alternativa posible cuando el Sergas adquirió nuevos equipos de radioterapia y medicina nuclear, fue ponerlos la disposición del Consorcio creado en 2008 para colaborar con esta Fundación.

Aboal recordó que esta situación mudará gracias al plan funcional del Nuevo CHUAC aprobado en 2020, que posibilitó la redacción de un Plan Director de un proyecto arquitectónico de la obra que incorporará áreas de radioterapia y medicina nuclear dentro de las instalaciones hospitalarias del Sergas en A Coruña, mientras que los pacientes del área de Lugo tienen ya área de radioterapia en el HULA con aceleradores lineales desde 2015, y tendrán a su disposición un PET-TC de medicina nuclear en este mismo año 2023.

En consecuencia, mientras no se creen estos espacios en el CHUAC, el Sergas seguirá prestando los servicios de radioterapia y medicina nuclear en A Coruña con el esquema de colaboración formulado por el gobierno bipartito y a través del Consorcio Oncológico creado por el gobierno bipartito, por supuesto en beneficio de la asistencia sanitaria de los pacientes. Aboal aclaró, también, que, cuando la Fundación utiliza estos equipos para tratar a pacientes externos al sistema público, abona la correspondiente cantidad al Sergas en concepto de compensación por disponibilidad de uso y mantenimiento.