La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, destacó hoy que el Plan de abastecimiento autónomo de Oímbra dota a las 6 comunidades de traídas del municipio de un instrumento de planificación clave para la gestión segura, sostenible y resiliente de los sistemas que suministran agua a casi 1.000 vecinos.

La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, con el gerente de Augas de Galicia, Gonzalo Mosqueira, presentó hoy el proyecto final del Plan, que acerca al ayuntamiento y a los vecinos que gestionan estas traídas que suministran agua a 977 personas, casi el 60 % de los habitantes abastecidos, una herramienta estratégica para la autogestión de las traídas vecinales.

Gracias a este Plan de abastecimiento autónomo se han identificado las deficiencias y las debilidades de las traídas vecinales de Oímbra, pero también sus ventajas y fortalezas, y esto permite fijar las pautas para establecer caminos de mejora, apuntó Ethel Vázquez.

Explicó que el Plan posibilita conocer en detalle de dónde sale el agua, con qué calidad, si hay o no problemas de abastecimiento y en qué momentos ese suministro puede estar comprometido.

En este sentido, detalló que en Oímbra se inventariaron 7 sistemas, 6 de ellos traídas vecinales, y 1 pozo particular; un total de 30 captaciones, 8 depósitos, 7 instalaciones de tratamiento; y más de 45 km de redes de suministro y distribución.

La información recogida de los sistemas de abastecimiento autónomo del municipio permitió elaborar una planificación con la que poder anticiparse a los problemas, reduciendo el riesgo de que no haya suficiente agua para atender a los vecinos o que ese agua no sea de la calidad requerida.

Por lo tanto, concretó, el conocimiento de los sistemas de abastecimiento autónomo del municipio permitieron hacer una diagnosis y planificar las actuaciones necesarias para garantizar el suministro de agua en cantidad y calidad, que están recogidas en el Plan de abastecimiento autónomo presentado hoy.

Recordó que además de en Oímbra, la Xunta impulsó esta experiencia piloto en San Xoán de Río; en el ayuntamiento de Baleira, en Lugo; y en los pontevedreses de Mondariz, Oia y Cerdedo-Cotobade.

La conselleira recordó que en el caso de las traídas vecinales es importante contar con el marco jurídico adecuado, para que la gestión se haga con seguridad y garantías. Así, puso en valor el trabajo del ayuntamiento de Oímbra, porque todas las traídas están legalizadas.

Resaltó que en Galicia las traídas son estratégicas, ya que muchos núcleos, por la fuerte dispersión, precisan de soluciones autónomas para abastecerse de agua potable. De hecho, alrededor de 600.000 personas utilizan pequeños sistemas de abastecimiento propios. 

A comienzos de este año la Xunta lanzó una nueva convocatoria de ayudas para mejorar el servicio y la calidad de las aguas de las traídas vecinales, con una inversión de 500.000 €, para actuar en las instalaciones de captación, potabilización y almacenamiento. Son ayudas que subvencionan el 80 % del coste de las actuaciones, hasta un máximo de 15.000 euros por proyecto. Con esta línea de incentivos, desde el 2020 se otorgaron 136 ayudas por más de 1,3 M€ para apoyar las traídas vecinales en el rural.

La titular de Infraestruturas e Mobilidade finalizó su intervención poniendo a Oímbra como ejemplo de ayuntamiento preocupado por prestar buenos servicios del agua a los vecinos. Recordó que el ayuntamiento  concurrió a las ayudas de la Xunta para elaborar su Plan municipal de abastecimiento frente a la sequía y también a los incentivos para auditar la red y atajar pérdidas en su red de abastecimiento.