El Parque Natural Fragas do Eume tendrá en las próximas semanas su primer Plan de uso y gestión (PRUX) después de que el documento fuera informado favorablemente por el Consejo gallego de medio ambiente y desarrollo sostenible (Cogamads), durante una reunión que estuvo presidida por la conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez.

De este modo, el PRUX de las Fragas do Eume da un paso definitivo hacia su aprobación definitiva ya que supera el último trámite formal antes de ser remitido al Consello da Xunta, con el que se conseguirá el “objetivo trascendental” de que todos los parques naturales de la Comunidad cuenten con un documento propio de gestión y protección.

“Este plan rector se enmarca en la apuesta de la Xunta por regular y dotar el patrimonio natural gallego de un marco normativo acorde a sus necesidades”, dijo la conselleira, quien añadió que “estas hojas de ruta buscan compatibilizar los usos y la conservación de estos espacios protegidos”.

De hecho, la Xunta mantuvo una exhaustiva ronda de contactos con ayuntamientos, propietarios de terrenos privados; productores agroganaderos y pescadores; representantes del tejido productivo, de la comunidad de montes y de clubes deportivos para conocer de primera mano las inquietudes de quien vive, trabaja o depende de este espacio natural.

Clarificación de usos y zonificación

En concreto, explicó que el PRUX está organizado alrededor de cuatro programas: uno con el fin de garantizar la conservación de la biodiversidad, el paisaje y el patrimonio cultural de las Fragas do Eume; un segundo programa orientado a la investigación, seguimiento y evaluación; otro de gestión del uso público; y el cuarto, centrado en la mejora de las infraestructuras, instalaciones y equipaciones del parque natural. Además, también prevé un Plan de emergencia para intervenir de forma rápida y eficaz ante posibles eventualidades.

En cuanto a la zonificación, se proponen dividir la superficie del parque natural -casi 10.000 hectáreas- en cuatro grandes áreas: zona I de reserva, que incluye aquellos espacios que requieren de un alto grado de protección; zona II de uso limitado, constituida por áreas que requieren de una mayor protección por albergar valores naturales de excepcional rareza, interés o fragilidad; zona III de uso compatible, en la que se incluyen ámbitos con un valor de conservación medio por integrar en el territorio cierto nivel de humanización, principalmente por actividades tradicionales agrícolas y plantaciones forestales también tradicionales; y zona IV de uso general, con un importante nivel de urbanización y que incluye los núcleos rurales y las vías asfaltadas.

Después de destacar que más del 40% de la superficie del parque aparece incluido en la zona de mayor protección, la conselleira incidió en que en este Plan los objetivos de conservación primarán sobre cualquier otra actividad; se fomentará una utilización respetuosa y sensible de los componentes naturales del parque, y se marcarán las pautas a seguir para orientar el futuro desarrollo económico y medioambiental de este espacio durante los próximos años.