Intervención del presidente de la Xunta en la ceremonia de entrega de las Medallas de Galicia 2024

Santiago de Compostela, 24 de julio de 2024

Autoridades,

Galardonados,

Señoras y señores:

 

Lo primero es saludar a todas las personas que nos están siguiendo, las que llenan esta sala y a los miles de personas que están siguiendo esta retransmisión a través de los medios públicos gallegos tanto en la Galicia territorial, en las cuatro provincias, como en esa Galicia universal que está presente en tantas partes del mundo.

Hoy, por supuesto, nuestro corazón de gallegos tiene que estar en las aguas de las Malvinas. Nuestro corazón está con los fallecidos, con sus familias y allegados, y con todas las víctimas de este naufragio y de todos los naufragios que, por desgracia, tantas veces castigaron a nuestra gente del mar. 

Hoy Galicia entera abraza a esos marineros, como tantas veces - por desgracia  demasiadas- tuvimos que hacer antes. Con todo el cariño y con toda la determinación. Pueden contar con nosotros.

Y hoy, por supuesto, tampoco podemos olvidarnos de las víctimas del accidente ferroviario de Angrois. Hoy, cuando se cumplen 11 años de aquel siniestro que siempre tendremos en la memoria, vaya todo nuestro cariño para sus familias.

Esta es una tierra en la que nos apoyamos y nos respetamos. Por eso ya hace 40 años, en los albores de la autonomía, el entonces presidente Albor firmaba el decreto de creación de la Medalla de Ouro de Galicia. 

Por lo tanto, desde el año 1984, hombres y mujeres de muy diverso origen y muy diversa condición han sido reconocidos con el máximo galardón que otorga Galicia. Este galardón reconoce las aportaciones de todos los que destacaron en muy diversos ámbitos por su trabajo y por su amor a Galicia.

Dice el decreto fundacional de esta Medalla lo siguiente: "Les corresponde a las sociedades que tienen conciencia de su ser y de su presencia histórica, reconocer y honrar a las personas e instituciones que les prestaran relevantes y meritorios servicios, que sean dignos de agradecimiento público". Con razón nuestro refranero dice que es de bien nacidos ser agradecidos.

Y este es el agradecimiento y reconocimiento público que hoy tributamos al actor Luis Tosar, a la productora Zaza Ceballos y a la Academia Gallega del Audiovisual, que son claros exponentes de un sector -el audiovisual- absolutamente cada vez más estratégico para Galicia. Estamos reconociendo que cuidan la tradición, que están abiertos a la innovación y que tienen muy presente el talento creador. 

Luis Tosar es una de las figuras más reconocidas de la escena gallega, de la escena española y de la escena internacional. Aquí empezó y de aquí nunca se olvidó. Y hoy también reconocemos eso. Es protagonista de una carrera de éxito, de una enorme carrera de éxito forjada a partir del esfuerzo, de la humildad, de saber dónde empezó y de su enorme capacidad interpretativa que siempre está presente. Por lo tanto, un reconocimiento absolutamente merecido.

Igual que es un reconocimiento merecido premiar las más de tres décadas de talentosa trayectoria de la productora y directora de cine y televisión, Zaza Ceballos. Es una de las profesionales más respetadas del sector, sin ninguna duda, y pudimos verlo cuando se anunció la concesión de la Medalla. Su nombre está detrás de grandes éxitos de la pequeña y la gran pantalla. Desde su empresa, Zenit TV, ha realizado miles y miles de horas de producción de distintas obras que se difundieron y se difunden por muchísimos canales.

La tercera de las Medallas tiene un destinatario colectivo: la Academia Gallega del Audiovisual. Un reconocimiento dirigido a todos los profesionales que la integran, más de 500: guionistas, intérpretes, directores, realizadores y un largo etcétera de personas, muchas veces anónimas, pero todas absolutamente imprescindibles para que cualquier proyecto audiovisual en Galicia y en muchos sitios llegue a buen término. Por lo tanto es un premio al talento y la creatividad de todos y cada uno de los profesionales que integran esta Academia.

Entregamos tres medallas, por lo tanto, que reconocen la excelencia de sus destinatarios, pero con ellas como ya se dijo queremos distinguir un conjunto de personas que trabajan todos los días. Desde profesionales absolutamente consagrados hasta personas anónimas y personas que están empezando y que están iniciando su carrera con la misma ilusión y con la misma fuerza con la que ellos las iniciaron en su momento.

Por lo tanto, el éxito pasado, el éxito presente pero sobre todo el éxito futuro de nuestro audiovisual gallego será siempre el resultado de un esfuerzo coral que hoy ponemos en valor porque es necesario.

Y más allá de las caras visibles siempre hay trabajo anónimo y callado que no sale en la foto y que hoy también está aquí presente. 

El audiovisual se erige, ya se dijo, como una potentísima plataforma de promoción, que tiene alcance universal y que habla de la Galicia de nuestros días, de lo que fue Galicia y de lo que quiere ser en el futuro. Todo eso tiene enormes repercusión en muchísimos ámbitos.

El audiovisual hoy en día constituye una fuente de riqueza, una fuente de empleo -de muchísimo empleo, y esto hay que repetirlo también muchas veces- y de canalización de la inmensa fuerza creativa que, afortunadamente, tienen los profesionales gallegos que se dedican a esta actividad.

Y el potencial de nuestro audiovisual, efectivamente, se asienta en un sector privado dinámico, que afrontó muchos retos, y que trabaja a destajo a diario. Y esa es la clave, sin ninguna duda. Pero también, por eso, nuestro deber como administraciones es apoyarlo en todo lo que podamos, favorecer su capacidad de crecimiento y hacer todo el posible para que se multiplique.

Creo que así fue hasta ahora, o por lo menos lo intentamos. Todas las administraciones, de todos los colores políticos, creo que tuvieron claro en la Xunta de Galicia que el audiovisual merecía ser atendido y valía la pena todo lo que se apoyaba. Yo así espero que continúe sucediendo en el futuro, de manera más intensa a ser posible, que creo que es posible. Tenemos muchísimos retos por delante, que los profesionales del audiovisual conocen mejor que nadie: todas las plataformas, los nuevos hábitos de consumo...Todo ese mundo, cada vez más global y cada vez más inmediato, tiene un enorme potencial si sabemos aprovecharlo. 

Atravesamos momentos convulsos, sin ninguna duda. Esas Mareas Vivas que se aludían antes anticipan para algunos un cambio de ciclo; y, para otros, directamente un cambio de era. En todo caso, cambios, sin ninguna duda. Cuando hay cambios, la gente necesita respuestas y siempre busca certezas.

Los diferentes conflictos -tremendos, terribles, que tenemos ahora mismo presente en muchos puntos de nuestro planeta, algunos más conocidos, algunos con más presencia mediática, y otros no tanto pero igual de desoladores- nos recuerdan la crueldad y el terror que puede provocar el ser humano a veces parece increíble.

Esa crisis migratoria que apela a la conciencia del primer mundo, sin duda, urge una respuesta global. Tiene que tener una respuesta global, más allá de parches puntuales o de soluciones inmediatas.

Y creo que en Galicia lo sabemos perfectamente. Fuimos tierra de emigrantes y ahora tenemos que ser tierra de acogida. No se entiende nuestro pasado, no se entiende nuestro presente y, sinceramente, creo que no se entenderá nuestro futuro si no tenemos presente que tenemos que ser una tierra de acogida. Conocemos el drama de la emigración y por eso, lo quiero decir una vez más, Galicia será siempre tierra solidaria con los restantes territorios de nuestro país y con los restantes territorios del mundo.

Amigas y amigos, la democracia -y creo no debe costarnos reconocerlo, porque es el primer camino para empezar a solucionarlo- atraviesa a día de hoy una crisis de credibilidad frente a la que todos estamos llamados a actuar, porque todos estamos concernidos.

Creo que en las democracias, las disputas, por muy enconadas que sean, por muy radicales que parezcan, siempre tienen una única solución que es hablar, dialogar y votar, en democracia y en libertad. Lejos de toda violencia, sea física -con ejemplos tremendos que estamos viendo todos los días- como incluso verbal, que a veces no le damos importancia, pero es antesala de violencias mucho peores.

Decía el profesor Justo Beramendi, recientemente fallecido, que "cuando hay desigualdad, siempre hay tensión".

Por lo tanto, nuestro deber, especialmente de los que tenemos responsabilidades políticas, públicas, tiene que ser sentar las bases y trabajar para evitar que haya desigualdades y cuando las haya, que las hay, intentar superarlas.

En definitiva, consolidar el estado de bienestar, que es complejo, es una tarea diaria, una tarea a la que no podemos renunciar. Eso tiene que estar en nuestro ADN. La solidaridad tiene que ser una de las características definitorias, creo que lo es, pero tiene que seguir siendo, del pueblo gallego. 

Desde siempre, aquí y al otro lado del mar. Con el concurso de todos,  tiene que seguir siendo así en el futuro. Galicia cumplió y tiene que seguir cumpliendo. En otra hora y ahora. Tenemos que cumplir siempre.

Y por eso creo que en la víspera de nuestro día grande, tenemos que aprovechar para intentar reflexionar sobre el trayecto recorrido hasta ahora, donde estamos en este momento y, sobre todo, donde queremos ir.

Yo creo que estamos en una Comunidad avanzada, en una comunidad orgullosa cómo pocas de sus propias señales de identidad, que tenemos una lengua y una cultura como banderas con la que podemos ir por el mundo.

Creo que somos, y tenemos que seguir siendo, una Comunidad leal, una Comunidad solidaria con el conjunto de nuestro país y siempre abierta al resto del mundo, especialmente a una Europa común con la que tenemos una relación preferente que llevamos cultivando siglos a través del Camino de Santiago, que explica gran parte de la historia de nuestro continente. 

Y creo que debemos ser una Galicia conectada y orgullosa de su pasado, que tenga muy en cuenta el presente, y que encare con optimismo -siempre hay que ser optimistas- un futuro que no va a ser sencillo. 

Por eso yo le agradezco muchísimo a personas como Luis Tosar, como Zaza Ceballos y a todas las personas, las más de 500 personas y entidades que integran la Academia Gallega del Audiovisual, que desde hoy queden integrados de manera formal en el universo de los buenos y generosos, como dice la medalla. Yo les agradezco que sigan siendo ejemplos inspiradores de todo el bueno que tiene Galicia, que tenemos las gallegas y los gallegos. Les agradezco que hagan lo que hacen todos los días: trabajar, creyendo en su profesión, amando su profesión, transmitiendo esa ilusión y dando lo mejor de ellos al servicio común de una Galicia que tiene que ser cada día mejor.

Muchísimas gracias

Feliz Día de Galicia a todos y todas.

Muchas gracias.

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Fecha de actualización: 24/07/2024