Lugo, 27 de junio de 2024

Un total de 55 personas cazadoras de la provincia de Lugo asistieron esta mañana la una nueva edición del Curso de persona cazadora con formación, y con las que las consellerías de Sanidad, de Medio Ambiente y Cambio Climático y de Medio Rural promueven la seguridad alimentaria en la práctica cinegética de la caza mayor.

El objetivo de este curso es obtener la credencial que certifica poseer los conocimientos para realizar el control in situ, sanitario y de higiene de las piezas de caza silvestre desoladas, de cara a ser destinadas al consumo humano.

Así, el Curso de persona cazadora con formación cumple con los requerimientos de la normativa europea, nacional y autonómica. Su programa incluye cuatro módulos que se desarrollan a lo largo de siete horas, y con el que se pretende sensibilizar las personas cazadoras sobre la importancia que tiene su actuación desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, de la sanidad animal y de la sostenibilidad ambiental dentro de un enfoque One Health o una sola salud.

Con la superación de este curso, la persona cazadora formada estará habilitada para hacer el primer examen de la pieza desolada, distinguiendo si esta y sus vísceras tienen un aspecto normal o por el contrario presentan anormalidades que pueden generar dudas de la posible inocuidad de la carne. Unas buenas prácticas a la hora del manejo de las piezas de caza mayor van a favorecer la seguridad alimentaria de la carne para consumo humano.

Controles sanitarios

En Galicia, toda la carne de caza mayor para su comercialización, debe pasar por una sala de tratamiento de carne de caza (establecimiento autorizado e inscrito en el Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos) y allí es sometida a los controles sanitarios realizados por el Servicio Veterinario Oficial, quien dictamina su aptitud para lo consumo garantizando la seguridad alimentaria. Tras una serie de controles sobre los documentos que deben llevar las piezas y sobre la identificación, proceden a realizar una inspección del canal que incluye el análisis de detección de la triquina, todo en base a la normativa europea.

En el caso de la carne de caza mayor que se destina a autoconsumo, también es necesario que se realice un control sanitario para poder ser consumida en el entorno familiar. En este caso, esta labor es realizado por las personas veterinarias autorizadas en actividades cinegéticas que proceden a realizar una inspección post mortem.

Asimismo, esta actividad va a aumentar la formación específica en sanidad animal de las personas cazadoras, incidiendo en que los brotes de enfermedades también podrían tener un impacto negativo en medio ambiente y en la sanidad animal en animales domésticos y fauna silvestre, no solo por los problemas de eliminación de los subprodutos, sino también por sus consecuencias para la biodiversidad.

Esta actividad, organizada por la Escuela Gallega de Salud Pública, se encuadra dentro de los objetivos de la misma como es el fomento de la formación en materia de salud pública en la sociedad. El número de plazas ofertadas en esta edición es de 55 y, debido a la acogida, se realizarán nuevas ediciones durante el año 2024, con el objetivo de que todas las personas cazadoras que así lo soliciten puedan acceder a esta formación.