Como cada año, el 9 de mayo sirve para recordarnos que la Unión Europea nació como un proyecto de integración para la paz y la prosperidad compartida, que aún a día de hoy, en un mundo cada vez más convulso y conflictivo, persiste como faro mundial de valores fundamentales para garantizar la dignidad humana, la convivencia y el progreso.

El Día de Europa es una buena oportunidad para poner en valor esta unión de naciones y sus esfuerzos por superar cada nuevo desafío. Las múltiples crisis surgidas en los últimos años sirvieron para reafirmar las grandes prioridades definidas por la UE hace casi 5 años, al inicio del ciclo institucional que ahora finaliza, al tiempo que también arrojaron algunas lecciones clave. 

El Pacto Verde Europeo y la Agenda Digital, como estrategias para el tránsito a un nuevo modelo de crecimiento, permitieron dar grandes pasos hacia una producción más circular y eficiente, pero también dejaron claro que esta transición no puede dejar a nadie atrás ni generar nuevas desigualdades y que, para ser exitosa, debe ser socialmente justa. De ahí las múltiples iniciativas que se están poniendo en marcha para apoyar las regiones, sectores y personas más vulnerables. El Año Europeo de las Competencias, la creación de un Fondo de Transición Justa o la reciente Declaración de La Hulpe sobre el refuerzo del Pilar Europeo de Derechos Sociales pretenden avanzar en esta dirección. El Pacto Rural europeo o la Alianza por la Cohesión, por otro lado, velan por una Unión que responda a las disparidades territoriales, con una mirada especialmente atenta a los retos de la transición demográfica. Todas estas medidas, de las que Galicia forma parte, han de permitir adaptar el ritmo de esta evolución a las necesidades de todos.

La segunda grande enseñanza es la importancia de colaborar con nuestros socios internacionales, tejiendo alianzas para afrontar retos comunes. Europa, y Galicia con ella, está firmemente comprometida con seguir desarrollando asociaciones mutuamente beneficiosas en el marco de la nueva estrategia Global Gateway, desde la convicción de que exportar el modelo europeo basado en la transición limpia y en los derechos de las personas es una buena manera de avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a nivel global.

En un contexto de cada vez mayores fricciones y conflictos que ponen en peligro nuestra seguridad, es preciso reforzar nuestra voz y nuestro papel en el mundo. Esta es la tercera lección extraída de estos últimos años, por lo que múltiples iniciativas tratan de fortalecer la seguridad económica europea, velando, por ejemplo, por el suministro de las materias primas esenciales o fomentando la fabricación de tecnologías críticas en suelo europeo. El objetivo es construir una Europa líder y soberana, que fortalezca la integración de su mercado único, su capacidad de innovar y su autonomía estratégica frente a terceros países. Este es el espíritu también del pacto por la competitividad propuesto el mes pasado por el Consejo Europeo.

Y por último, debemos ser conscientes de la importancia de preservar el llamado "modo de vida europeo", basado en la democracia, el Estado de Derecho y un conjunto de derechos sin parangón en el mundo. Desde Galicia estamos firmemente comprometidos con estos valores y con el proyecto europeo como herramienta imprescindible para hacer avanzar nuestra sociedad.

En este 9 de mayo recogemos las lecciones aprendidas, viéndolas como oportunidades para que el faro europeo, símbolo de nuestros valores e identidad en el mundo, continúe alumbrando el camino ante un futuro cada vez más complejo e incierto.

Feliz Día de Europa!