Medallas de Galicia

Nació en León en 1950, pues era allí donde ejercía su padre como registrador de la propiedad. Su familia, no obstante, es oriunda de Monforte de Lemos. Se licenció por la Universidad Complutense de Madrid en Filosofía y Letras y en Derecho, disciplina en la que se doctoró con premio extraordinario. En esta misma Universidad se convirtió en la primera mujer de España en ocupar la cátedra de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.

Posteriormente, fue miembro de la Comisión Gestora de la Universidad Carlos III de Madrid y vicerrectora de Relaciones Internacionales e Institucionales. Experta en relaciones laborales, participó en seminarios y conferencias sobre la materia dentro y fuera de España, además de asesorar al Gobierno en materia de legislación laboral.

En el Tribunal Constitucional fue doblemente pionera: en 1998 fue elegida magistrada, la persona más nueva ingresada en la institución y en 2004 se convirtió en la primera mujer que presidió el Tribunal. Permaneció en el cargo hasta 2011, lo que hace de ella la presidenta más longeva del Tribunal Constitucional hasta el momento. Desde 2014 es “of counsel” del despacho jurídico Ejaso.

La Medalla de oro de Galicia se suma la una lista de reconocimientos entre los que se encuentran también la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, que distingue “servicios eminentes y extraordinarios a la nación” y la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, que condecora a los más distinguidos estudiosos del Derecho y miembros de la Administración de Justicia.

Nació en Ávila en 1951, de padre natural del ayuntamiento ourensano de Xunqueira de Espadanedo y madre madrileña, pero también con raíces gallegas. Se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, por la que se doctoró en 1981 con un trabajo sobre justicia constitucional comparada y en el ámbito español.

Ingresó en la carrera judicial en 1975 y su primer destino como juez fue en Piedrahíta (Ávila). En 1981 pasó a ser magistrado y fue destinado a Barcelona, a Palma de Mallorca y posteriormente a Madrid, donde desempeñó diferentes responsabilidades tanto en la ya extinta Audiencia Territorial como en el Tribunal Superior de Justicia. Fue letrado de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Justicia, del Consejo General del Poder Judicial y letrado de carrera del Tribunal Constitucional.

Ejerció también en el Tribunal Supremo, del que en 1997 se convirtió en magistrado de su Sala Tercera y en 2009 fue nombrado miembro electo de la Sala de Gobierno. Es magistrado del Tribunal Constitucional desde 2012 y lo preside desde 2017.

Juan José González Rivas es autor de varias publicaciones en el ámbito jurídico, ejerció la docencia universitaria y, desde 1981, es académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.

Nació en Cedeira en 1938. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela y recibió el premio extraordinario de licenciatura, por ser el mejor expediente académico de su promoción. En 1996 se doctoró en la Universidad de Bolonia y ocupó la cátedra de Derecho Financiero y Tributario en la Universidad Autónoma de Madrid. La misma universidad lo nombró catedrático emérito cuando la abandonó.

Fue miembro del Tribunal de Cuentas entre 1986 y 1989 y magistrado del Tribunal Constitucional entre 1989 y 1998. Los últimos tres años, ejerció la presidencia de esta institución.

Además, participó en la convención que elaboró la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea por designación del Gobierno español y fue conselleiro del Consejo de Estado entre 2000 y 2004. Desde el año 2003 forma parte del Consejo Científico del Real Instituto Elcano, un centro de pensamiento orientado al análisis de la política internacional.

Álvaro Rodríguez Bereijo posee una larga lista de reconocimientos, entre los que se pueden citar la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica (que distingue “comportamientos extraordinarios de carácter civil que redunden en beneficio de la Nación o contribuyan a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la comunidad internacional), la Gran Cruz del Mérito Civil (concedida también, como la anterior, por el Ministerio de Asuntos Exteriores) y es miembro de la Orden del Mérito Constitucional y de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania, la única distinción de carácter general que existe en el país teutón.