La Xunta y Tradime abordan los retos y problemas que encara el sector del transporte en la provincia de Lugo

La Xunta de Galicia y la Asociación Provincial de Transporte de Mercancías por Carretera de Lugo (Tradime) abordaron de manera conjunta los retos y los principales problemas que encara el sector en la actualidad en una primera reunión de trabajo entre el delegado territorial, Javier Arias, y la noticia directiva de la entidad, por la que acudieron el presidente, José Fernández; el vicepresidente, Amador García, y el secretario, Jesús Antonio Suárez.

Al respecto, subrayaron las amenazas globales que afrontan, como el incremento del precio de los combustibles, pero también otras que afectan especialmente a los transportistas de la provincia, como es el corte de la A-6 a consecuencia del derrumbamiento del viaducto del Castro. Los camiones deben cruzar el núcleo de Pedrafita, una vez que se demostró que el desvío provisional habilitado en el mes de septiembre no es válido para los vehículos pesados. A la espera de que se concrete la cronología de las obras, el Gobierno central apunta la que la autovía no abrirá por completo hasta el año 2024.

En la provincia también necesitan un impulso otras autovías que dependen del Estado y están paradas, como la de a Mariña y la conexión Lugo-Ourense, o sin apenas avances, como la de Lugo-Santiago.

Por el contrario, ambas partes valoraron el avance que supuso la apertura del primer tramo de la autovía entre A Pobra de San Xiao y Sarria, 11 quilómetros que requirieron una inversión de la Xunta de 25 millones de euros.

Arias explicó que se está redactando el proyecto de la segunda fase, que completará el recorrido desde A Pobra hasta el enlace con la A-6 en Lugo, sumando otros 13,5 kilómetros. Los presupuestos para el próximo año reservan 2 millones de euros, con unos compromisos de gasto plurianual por más de 25 millones, “que acreditan que la Xunta va a seguir avanzando sin descanso hasta completar la autovía Nadela-Sarria”, apuntó el delegado.

También subrayaron el impulso a la Ronda Este, a la que la Xunta destina 6 millones de euros en los presupuestos del próximo año; se construirá una nueva vía de 2,8 kilómetros entre la carretera autonómica LU-530 y la N-VI para completar el cinto de circunvalación de Lugo, dado que enlazará con el trecho ya en servicio de 2,41 kilómetros entre la LU-530 y la N-640.

Igualmente, destacaron los avances en el polígono de As Gándaras, en el que el Gobierno gallego invertirá cerca de 2 millones de euros en el 2023 para finalizar la fase tres y continuar licitando las futuras ampliaciones.