La Xunta les adjudica los primeros 630.000 € del nuevo fondo Territorio Cultura a 15 proyectos para dinamización cultural del rural en 40 municipios

Santiago de Compostela, 11 de septiembre de 2022.- La Xunta de Galicia acaba de adjudicar cerca de 630.000 euros a 15 proyectos de dinamización cultural en el rural gallego como resultado de la primera convocatoria del programa Territorio Cultura. El objetivo de este fondo es ampliar y diversificar el tejido cultural en ayuntamientos de hasta 30.000 habitantes y con una densidad máxima de 100 habitantes por km², para lo cual se prevé su continuidad con un segundo turno de subvenciones con el misma inversión.

Según la resolución de concesión publicada en la web de la Axencia Galega das Industrias Culturais, en esta ocasión se apoya una amplia variedad de iniciativas de creación, investigación, difusión y formación en cine, música, artes escénicas, literatura o artes plásticas, entre otros ámbitos, que se llevan a cabo en diferentes núcleos rurales de 40 municipios.

Iniciativa pública y privada

Se trata tanto de propuestas de iniciativa privada como promovidas por los propios ayuntamientos y subvencionadas por la Consellería de Cultura, Educación, FP y Universidades con diferentes cuantías que van desde los 20.000 a los 50.000 euros.

A través de la primera de estas categorías se apoyan ocho proyectos: la programación expandida del Festival de los Ámbitos, organizada por la Fundación Uxío Novoneyra en Folgoso do Courel, con recitales poéticos, exposiciones, rutas culturales, talleres, estrenos audiovisuales y una residencia literaria; las acciones formativas y eventos de Audacia Cultural en Abadín y Mondoñedo para favorecer la innovación profesional, la creatividad y el emprendimiento en este sector; la red 5x5 de aulas de teatro en cinco de los municipios del Camino de Santiago (Allariz, Boqueixón, Lalín, Mazaricos y Silleda); el programa de residencias, formación y ciclos culturales en el espacio de creación A Casa Vieja, en Amiadoso (Allariz); el proyecto de producción en arte contemporánea Vilaseco en la aldea, con los talleres, encuentros y residencias que la galería Vilaseco desarrolla en la aldea chantadina de San Cristovo de Mouricios; Aldearmos, proyecto cooperativo en el que participan 15 entidades de las provincias de Lugo y Ourense que integran la Red Aldear para generar sinergias entre los agentes socioculturales del interior gallego; la propuesta A vistazo de Gustav, de la compañía escénica aAntena, con una veintena de actividades en 14 ayuntamientos del Camino para poner en valor el acervo cultural local a partir del trabajo del antropólogo danés Gustav Henningsen en Galicia, y el ciclo Ourizofest de seis conciertos de cámara y otras acciones paralelas en Castroverde, Friol, Guntín, Palas de Rei, Samos y Portomarín.

En cuanto a la modalidad destinada a las entidades locales, los beneficiarios son los ayuntamientos de A Estrada para su proyecto de descentralización cultural en el entorno rural; Vimianzo para lo programa Costa de la vida, que busca la implicación del vecindario y de diferentes asociaciones del municipio en la dinamización sociocultural; Vedra para dotar de una nueva identidad cultural y visual el espacio de la estación y contribuir, de este modo, a revitalizar toda la zona; Chantada para las actividades del Verano cultural; Portomarín para conjugar danza y literatura en Portomariñeando: tejer libros y bailar; Frades para la puesta en marcha del Centro de Cultura Tradicional, y Monforte de Lemos para la organización de sus circuitos de artesanía y música gallega.

Galicia fue la primera Comunidad autónoma en poner en marcha el programa Territorio Cultura, a través de su propia convocatoria de subvenciones dentro del plan para ampliar y diversificar la oferta cultural en áreas no urbanas que contempla el Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia de los Fondos Next Generation EU. Así, los 15 proyectos subvencionados responden la esta finalidad, en el sentido de reforzar y desarrollar las capacidades del sector cultural para conseguir un tejido sólido más allá de los grandes núcleos urbanos y contribuir, por tanto, a incrementar la actividad cultural en las zonas rurales, entendida como un motor de cambio, dinamización y transformación social.