El Diario Oficial de Galicia publica la aprobación del nuevo plan de sequía de la demarcación Galicia-Costa que refuerza la respuesta coordinada ante eventos de escasez para garantizar el suministro del agua a la población

Se trata de asegurar la disponibilidad de agua a los ciudadanos y evitar el impacto negativo de la sequía en el estado de las masas de agua y en las actividades económicas

Santiago de Compostela, 1 de julio de 2022 El Diario Oficial de Galicia publica hoy la aprobación del nuevo Plan de sequía de la demarcación hidrográfica Galicia-Costa, que acaba de reforzar la anticipación y la respuesta coordinada ante estos eventos de escasez de los recursos hídricos con el objetivo de garantizar el abastecimiento de agua a la población.

 

Se trata del Plan de sequía 2021-2027, un instrumento de planificación que actualiza el existente desde el año 2013, que permitió gestionar algunos de los episodios de sequía y escasez más importantes acontecidos en los últimos años en la Demarcación Galicia-Costa, la cuenca de competencia autonómica.

 

Augas de Galicia, la entidad hidráulica de la Xunta dependiente de la Consellería de Infraestructuras y Movilidad, da así publicidad del acuerdo del Consello da Xunta de Galicia de 2 de junio de 2022 por lo que se aprueba este instrumento de anticipación y planificación actualizado, que supone una mayor adaptación al escenario del cambio climático. En el siguiente enlace al Diario Oficial de Galicia puede consultarse la información: https://bit.ly/3yyXpon .

 

El nuevo Plan, que permite ordenar la respuesta ante estos eventos proporcionándoles a las distintas administraciones instrumentos jurídicos para hacerles frente, supone una profunda actualización para mejorar su eficacia y afrontar los retos futuros, como las consecuencias derivadas del cambio climático y la modificación de los regímenes cambiantes de precipitación.

 

La Demarcación Galicia-Costa registra una precipitación media anual de 1.500 mm, un valor muy elevado en relación con el resto de la Península. Sin embargo, acaba sufriendo episodios de escasez de agua, fruto de la desigualdad de la distribución temporal de los recursos hídricos y del contexto del cambio climático.

 

El nuevo Plan de sequía tiene como objetivos principales asegurar la disponibilidad de agua a los ciudadanos y aminorar los efectos de estos episodios sobre el estado de las masas de agua, así como sobre las actividades económicas.

 
Gestión diferenciada

El Plan propone una gestión diferenciada de las situaciones de sequía prolongada y de escasez coyuntural. Así, la sequía prolongada está relacionada exclusivamente con la merma de las precipitaciones y de las aportaciones en régimen natural, mientras que la escasez coyuntural está relacionada con la problemática para atender la demanda de agua.

 

Para mejorar la gestión de estas situaciones, se emplean indicadores de estado, que permiten identificar los diferentes escenarios y a tomar las decisiones necesarias en cada momento.

 

Así, para el diagnóstico del escenario de sequía prolongada se tomará cómo referencia el índice de precipitación estandarizada y se realizará un seguimiento por parte de Augas de Galicia antes del día 15 del mes siguiente a lo que correspondan los datos. El escenario de sequía prolongada se establecerá automáticamente cuando el indicador muestre esta situación.

 

En cuanto al escenario de escasez, el diagnóstico se realizará en función de los caudales registrados en las estaciones de aforo y en las entradas a los embalses. El seguimiento se realizará por parte de Augas de Galicia también antes del día 15 de mes siguiente a lo que correspondan los datos.

 

Los diferentes escenarios ante la escasez

En relación con la escasez coyuntural, el Plan establece distintos escenarios posibles: normalidad, prealerta, alerta y emergencia.

 

En situación de normalidad no corresponde a la adopción de medidas coyunturales, pero sí de seguimiento, instalación de nuevos puntos de control o elaboraciones de partes hidrológicos, entre otras.

 

El estado de prealerta identifica el inicio en la merma de los recursos disponibles que puede suponer un riesgo para la atención de las demandas. En este contexto se podrán aplicar medidas de ahorro y control de la demanda, tales como la intensificación del seguimiento y la activación de campañas de concienciación. Además se activa el control de las demandas reales de los grandes consumidores y medidas de gestión de la oferta, como la reutilización de aguas residuales para usos urbanos o la aplicación de un régimen de caudales ecológicos menos exigentes. También se proyecta la preservación de los ecosistemas, intensificando el control de vertidos y del estado de las masas de agua.

 

El estado de alerta se identifica con una intensificación en la merma de los recursos disponibles que evidencia un claro riesgo de imposibilidad de atender las demandas. En este escenario, se reducirán las dotaciones para el abastecimiento en alta, pudiéndose suspender cautelarmente las concesiones de nuevos usos privativos, limitar determinados usos recreativos y reducir las presiones nocturnas, entre otros. En relación con la oferta, se proponen imponer el relevo de parte de caudales concesionais por otros de distinto origen o utilizar medios excepcionales como cisternas. En relación a la preservación de los ecosistemas, se añade la valoración de posibilidad de evacuación de ictiofauna ante riesgo de mortalidad.

 

El estado de emergencia se corresponde con el máximo grado de afición por merma de los recursos disponibles. Las medidas en este caso pueden incorporar la modificación y mismo la suspensión temporal de autorizaciones de vertido, la prohibición de usos, la reducción de volumen para abastecimiento urbano e industrial del 25%, cortes temporales, adaptación de la salida de los embalses o el aumento de la vigilancia sobre el estado de las masas.

 

Por último, y como novedad con respeto al anterior Plan, el documento aprobado hoy prevé la situación ‘excepcional por sequía extraordinaria', que podrá ocurrir cuándo en una o varias unidades territoriales se registren escasez en escenarios de alerta que coincidan temporalmente con el de sequía prolongada o escasez en escenarios de emergencia.

 
Participación y coordinación

Este plan es fruto de un proceso de consulta pública durante 3 meses, en el que Augas de Galicia recibió las aportaciones correspondientes. Así, el 60% de las observaciones fueron total o parcialmente incorporadas en la elaboración del documento definitivo.

 

Hace falta recordar que aunque la elaboración y seguimiento del Protocolo es responsabilidad de Augas de Galicia, su puesta en práctica requiere la intervención y coordinación de Meteogalicia, Protección Civil, los responsables de la explotación de los embalses de Galicia-Costa y de las administraciones responsables de los sistemas de abastecimiento.

 

En este sentido, es muy importante que el proceso de planificación frente a las secas se complemente y se coordine con los planes de carácter municipal, que son la principal administración que gestiona los sistemas de abastecimiento. Gracias a las ayudas de la Xunta de los últimos 3 años, hay más de 100 ayuntamientos que disponen ya de un de estos planes. Hace falta que los demás municipios también se preparen ante estos eventos, sobre todo los de más de 20.000 habitantes, en los que es obligatorio tener un plan de emergencia frente a la sequía.

 

Estos planes municipales establecen los indicadores idóneos para cada ayuntamiento, identificando cuándo se está en una situación de riesgo y hay que activar las medidas previstas. En estos documentos también hay que recoger las acciones concretas que adoptar en cada situación y en cada ayuntamiento, adecuadas a las particularidades de los sistemas de abastecimiento, como captaciones o fuentes alternativas de abastecimiento, reducción de baldeos de calles o de arroyo de jardines.

 

El plan se suma la otros instrumentos fundamentales de la planificación hidrológica para los próximos 6 años en la demarcación Galicia-Costa, como el caso del Plan Hidrológico hasta 2027 o el Plan de Gestión del Risco de Inundación, que se aprobaron también ya en el Consello da Xunta.

 

El Gobierno gallego viene haciendo un singular esfuerzo normativo en los últimos años para mejorar el uso, la gestión y la calidad del agua, incluyendo la aprobación de una norma pionera, la Ley de medidas de garantía del abastecimiento en episodios de sequía en situaciones de riesgo sanitario. Esta misma semana fue aprobada en el Parlamento gallego la Ley de mejora de la gestión del ciclo integral del agua.