La Xunta abonará este año 30.000 € para el final de la obra actual de San Lourenzo en Porqueira y colaborará para completar la humanización del núcleo

La Xunta abonará este año cerca de 30.000 euros para la finalización de la obra actual que se está ejecutando en el lugar de San Lourenzo, en Porqueira, y colaborará para completar la mejora y humanización del núcleo.

Para iniciar la mejora de la zona, el Ayuntamiento accedió el año pasado a una de las ayudas del programa que convocó la Consellería para facilitar a las administraciones locales apoyo económico para la materialización de proyectos de mejorar urbanística.

En total, el incentivo para la actual intervención en la travesía principal es de 67.759 euros, del que ya está abonada la anualidad de 2021, que ascendió a casi 40.000 euros, y falta por transferir la del presente ejercicio.

La conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, y la alcaldesa, Susana Vázquez Dorado, mantuvieron una reunión, en la que la representante autonómica se comprometió a seguir colaborando en la humanización del núcleo y en la que también repasaron el estado otras de las actuaciones en marcha en el ayuntamiento.

La conselleira hizo hincapié en el trabajo y apuesta de Porqueira por mejorar y acondicionar los espacios públicos del ayuntamiento, facilitando el tránsito de los peones y compatibilizando el tráfico rodado; al tiempo que se habilitan espacios más accesibles para la ciudadanía.

Asimismo, en el encuentro abordaron la situación del Plan básico municipal de Porqueira, que está en la fase final de tramitación junto a los de O Páramo, Ribeira de Piquín, Riotorto, Trabada, Triacastela, Cartelle, Padrenda y San Xoán de Río. Recordó que ya cuenta con la aprobación inicial, superó el proceso de información pública y se están ultimando la recopilación de los los informes sectoriales.

La conselleira auguró que este mismo año, Porqueira contará con esta herramienta de ordenación, pensada para los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes que no cuentan con planeamiento general, para dotarse de un instrumento urbanístico básico que permite ofrecer una capacidad de acogida residencial y económica que dé respuesta al desarrollo elemental de una cierta actividad urbanística, pero sin establecer criterios de crecimiento urbano.