El delegado territorial de la Xunta supervisa las obras de restauración de la Torre del Reloj en el ayuntamiento de A Arnoia

El delegado territorial de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén, supervisó esta mañana, acompañado del alcalde, Rodrigo Aparicio, el inicio de las obras de restauración de la torre do reloj en el ayuntamiento de A Arnoia, en el que la Consellería de Cultura, Educación y Universidad invierte más de 74.000 euros.

Gabriel Alén puso en valor a apuesta decida por la conservación de nuestro patrimonio histórico-cultural, por eso, “desde la Xunta queremos darle el mejor futuro a nuestro pasado más singular”; y añadió, “este tipo de actuaciones constituyen un auténtico regalo para todos los que estamos orgullosos de nuestra riqueza etnográfica y de nuestra historia y para todos los que creemos en las testigos del pasado como una parte esencial de nuestro poder de transformación”. La torre del reloj es un inmueble protegido por su valor cultural al tener la consideración de bien perteneciente al Catálogo del Patrimonio Cultural de Galicia.
El delegado territorial explicó que las obras propuestas cuentan con un plazo de ejecución de dos meses y permitirán recuperar el uso original de la construcción y la puesta en funcionamiento de la sonería de las campanas vinculadas al reloj.

Gabriel Alén detalló que se acometerá la impermeabilización de la cubierta, con incorporación de canal perimetral que evite también las escorrentías por la fachada; la reparación de la veleta; la renovación de los acabados del habitáculo que alberga la maquinaria del reloj (paramentos verticales y techo); el relevo de las ventanas de madera y de la puerta de la planta superior de acceso al campanario; la restauración de la puerta de madera de la planta baja; la limpieza, saneado y acabado de todos los elementos metálicos (barandillas, estructura de la campana...); la limpieza general de la fábrica de granito interior y exteriores; la adecuación del pavimento interior y nuevo pavimento exterior frente al acceso a la torre y la renovación de la instalación eléctrica y de iluminación eliminando los cables que están a la vista.

También se llevarán a cabo actuaciones especificas encaminadas a la restauración y puesta en marcha del reloj como la restauración del badajo de la campana e incorporación de motor de tiro para su funcionamiento, la nueva sujeción de la campana, el relevo del soporte del badajo, la reparación de los diales del reloj (de vidrio y esmaltados), la restauración de las agujas (evitando su relevo), la revisión y ajuste del patrón electrónico del reloj, colocación de nueva caja de potencia para la sonería exterior del reloj e instalación de pararrayos.

La torre del reloj

Es una torre de planta cuadrada construida con muros de sillería de granito y finalizada con una estructura de hierro forjado que sustenta la campana y corona toda la construcción. El cuerpo de piedra tiene una altura de unos 12 metros. Se va estrechando ligeramente en su base a medida que asciende, formando tres cuerpos diferenciados que finalizan en una pequeña cornisa de piedra sobre la que se asienta la estructura de hierro.

Se trata de una construcción donde los muros constituyen el cerramiento y estructura, la escalera formada por escalones monolíticos de granito están trabados en un de los laterales la estos muros. La escalera asciende siguiendo un recorrido perimetral apoyando unas piezas en otras hasta llegar al forjado de hormigón que es el soporte de la maquinaria principal del reloj, en la parte superior del cuerpo macizo de granito. Por el exterior destacan las esferas en tres de sus laterales.

El campanario de estructura de forja corona la edificación. Tiene acceso por el exterior a través de una escalera que asciende por dos de sus laterales hasta llegar a la cubierta. La baranda de la escalera continúa en todo el perímetro superior de la torre. La estructura de la campana se sustenta en cuatro pilares situados en las cuatro esquinas de la cubierta. Un soporte de fábrica recoge el contrapeso del batirlo.

Todo el interior de la torre se ilumina se forma natural a través de las dos ventanas ubicadas en el segundo cuerpo macizo.

La torre fue proyectada en los años 20 del siglo XX aunque no fue construida hasta mediados del siglo. La sufragó la Sociedad de Arnoia de Montevideo.
La torre que es visible desde todo el valle de San Vicente tiene un fuerte carácter simbólico y también tenía en su momento una importante función social. El reloj marcaba las horas y así los vecinos regulaban los turnos de regadío, especialmente por la noche.