La conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, visitó hoy la presa de Belesar, en Portomarín

La Xunta urge al Estado a actuar en la cuenca Miño-Sil para evitar nuevas bajadas en los embalses y avisa de que extremará la vigilancia sobre fauna y flora

Ángeles Vázquez insta al Ministerio para la Transición Ecológica a dar explicaciones por el vaciado injustificado por parte de las hidroeléctricas con concesiones en esta demarcación, que es la séptima con menos ocupación de España, por detrás de la del Júcar

Advierte de los posibles daños para las poblaciones piscícolas y la biodiversidad si no se respetan los caudales mínimos y continuará con las inspecciones periódicas a las zonas más afectadas para vigilar la evolución de la situación y prever posibles afecciones

Las previsiones meteorológicas apuntan a un final de agosto seco y un período septiembre-octubre dentro de la normalidad, lo que podría complicar el escenario ya que históricamente la lluvia del otoño tiene un influencia crítica sobre los embalses

Portomarín (Lugo), 24 de agosto de 2021

La Xunta de Galicia considera imprescindible y urgente que el Gobierno del Estado ejerza una labor de vigilancia estricto y adopte las medidas oportunas para evitar nuevas bajadas en las reservas de los embalses hidroeléctricos de la cuenca del Miño-Sil. En el caso concreto de Belesar, Salas, As Portas y Cenza, la ocupación actualmente no llega ni al 30% por lo que el Gobierno autonómico, en el marco de sus competencias ambientales, extremará también la vigilancia y continuará con las inspecciones periódicas para detectar o prever con rapidez posibles daños sobre la biodiversidad.

Así lo indicó esta mañana la conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, que visitó la parte del embalse lucense de Belesar donde resulta más visible el descenso de las reservas de agua provocado en los últimos días por el vaciado continuado de esta presa.

Acompañada por la directora general de Patrimonio Natural, Belén do Campo, y el alcalde de Portomarín, Juan Carlos Serrano, la conselleira recordó que la demarcación hidrográfica Miño-Sil es de titularidad estatal por lo que el establecimiento de los caudales mínimos y el control de su cumplimiento por parte de las hidroeléctricas que gestionan estos aprovechamientos le compete “en exclusiva” al Gobierno central.

“Alguien tiene que explicar por qué se autorizan estos vaciamientos, cuáles son los motivos, cuál es el objetivo y quién se está lucrando de todo eso. Desde luego, no es la ciudadanía”, declaró.

En este sentido, Ángeles Vázquez aseguró que en los embalses hidroeléctricos del Miño-Sil la ocupación está ya en el 45%, un porcentaje que la sitúa como la séptima cuenca española con menos reservas, por detrás incluso de la del Júcar. Unos datos que contrastan con la situación actual de la demarcación autonómica de Galicia-Costa.

“Lo que está aconteciendo aquí, no está aconteciendo en los embalses que están bajo el control de la Xunta”, dijo Ángeles Vázquez, quien descartó también que el estado actual de los embalses hidroeléctricos del Miño y del Sil se pueda achacar a un problema de déficit hidrológico ya que “llovió lo mismo el año pasado que este año”.

Ante esta situación, la conselleira indicó que, a día de hoy, la principal preocupación de su departamento son los posibles daños para las poblaciones piscícolas y la biodiversidad que depende de estas masas de agua.

Por eso, insistió en que las inspecciones por parte de los agentes ambientales realizadas en los últimos días en los entornos de los embalses de Belesar, Salas, Cenza y As Portas se volverán a repetir de forma periódica las veces que sean necesarias para poder vigilar de cerca la evolución de la situación y prever o detectar posibles afecciones.

Tras insistir en la importancia de que el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil dé “explicaciones” sobre las salidas de agua masiva en estos embalses y las medidas que van a adoptar de cara al futuro, la conselleira advirtió de que habrá que estar muy pendientes del tiempo ya que las previsiones de Meteogalicia apuntan a un final de agosto seco y un período septiembre-octubre dentro de la normalidad, lo que podría complicar la situación ya que históricamente la lluvia del otoño tiene un influencia crítica sobre los embalses.

“Vamos a depender del tiempo durante los meses de septiembre y octubre para poder garantizar tanto el suministro como la preservación de los valores naturales y piscícolas”, reconoció la conselleira, que insistió en “que algo no se hizo bien” para llegar a la situación en la que actualmente se encuentran algunos embalses de la cuenca del Miño-Sil.

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