La Ley de recuperación de la tierra agraria facilitará superficie a quién la desee trabajar dando seguridad jurídica y rentabilidad a propietarios e interesados en su aprovechamiento

El conselleiro del Medio Rural, José González, destacó las posibilidades que ofrece la Ley de recuperación de la tierra agraria de Galicia, que mañana entra en vigor, de cara a facilitar superficie a quién la desee trabajar. El conselleiro, que inauguró una jornada monográfica sobre esta norma en la Escuela Galega de Administración Pública (Egap), recordó que el texto legal -que hoy publica el DOG- recoge el marco general para la gestión de la tierra agroforestal, su ordenación de usos y el fomento de su recuperación. El fin que se persigue es poner a producir las tierras ahora abandonadas e infrautilizadas y aportarle base territorial suficiente a aquellas explotaciones existentes que la precisan. Así, definió la norma como “una caja de herramientas para tratar de conseguir el objetivo fundamental de poner en valor nuestra tierra”.

Además, José González destacó que la ley promueve la continuidad de las explotaciones y la buena gestión de las tierras que las conforman. Todo esto hará posible anticiparse a los fuegos forestales, trabajar por la recuperación demográfica y por el asentamiento en el rural y mejorar la calidad de vida de la población. El titular de Medio Rural señaló que con esta norma se contemplan soluciones a la dispersión y al pequeño tamaño de las parcelas, que comporta dificultades técnicas para el cultivo mecanizado. Además, recordó que el enorme grado de desconocimiento de la titularidad de los predios complica los procesos de movilización, por lo que la ley facilitará mucho en este caso su gestión.

El conselleiro puso en valor, además, el alto grado de consenso conseguido en la elaboración de la ley y recordó, en este sentido, que en su tramitación se incorporaron casi 300 enmiendas de los grupos parlamentarios. Así, definió el texto legal como “de país, de Galicia”, muy específica de nuestra tierra. Añadió que muy también “muy trabajada” y agradeció, en ese sentido, las aportaciones en el ámbito parlamentario, de las organizaciones profesionales agrarias, de los colegios profesionales y de todos los agentes implicados del sector primario.

El texto legal se basa -destacó González- en la garantía plena en los procedimientos, en la seguridad jurídica en las relaciones entre los diferentes agentes que actúan sobre el territorio y en la voluntariedad en su participación dentro de los diferentes mecanismos de movilidad, “la clave es la voluntariedad que tiene que trabajar siempre en esta ley, que beneficie a los propietarios y a los destinatarios de la tierra”, dijo. Así, señaló también que aportará un beneficio económico para el propietario de las tierras, mientras aquellas personas que las quieran trabajar contarán con la superficie suficiente para una actividad económica rentable, siempre manteniendo la titularidad de los predios.

El conselleiro trasladó también que otro de los grandes objetivos de la norma es facilitar la ampliación de la base territorial de las explotaciones. En esta línea, recordó que en la manifestación de interés promovida por la Consellería de Medio Rural “se han presentado más de mil proyectos, con una clara demanda de base territorial de los tres usos, agrícola, ganadero y forestal, unos usos que son perfectamente complementarios”, remarcó.

José González indicó que la situación de abandono de la tierra agraria y de su gran parcelación en Galicia “requiere de instrumentos nuevos, más allá de las concentraciones parcelarias”, pero advirtió que estos “están haciendo su trabajo”, por lo que reiteró que la Xunta seguirá decretándolas.

Instrumentos de ordenación

El conselleiro indicó también que esta normativa ordenará el uso de las tierras de carácter agroforestal. Se realizará a través de la puesta en marcha de un Mapa de usos agroforestales, que reflejará el empleo de las tierras agroforestales y servirá de base para planificar las actuaciones de las administraciones públicas en la materia. En relación con la identificación y con la ordenación de usos, también prevé la creación de un Catálogo de suelos agropecuarios y forestales, que tratará de hacer una planificación integral contemplando los usos agrícolas, ganaderos y forestales, “colocando cada cosa en su sitio, en la medida del posible”, señaló José González.

Haciendo hincapié en la investigación de la propiedad, esta ley será el instrumento que permita iniciar la actualización del Catastro, una cuestión que compete íntegramente al Ministerio de Hacienda. Tras ese proceso de revisión, la ley establece que la Xunta notificará los resultados al citado Ministerio para que proceda a su actualización, una cuestión demandada reiteradamente por la ciudadanía.

En este sentido, el conselleiro trasladó que la ley le atribuye a la Xunta la facultad de investigación en parcelas vacantes que no tienen dueño conocido, cuestión que ahora tiene atribuida el Estado. Así, José González destacó la incorporación a la ley de una enmienda del Grupo Socialista por lo que se amplió el plazo inicial de cinco años hasta los diez para que los dueños puedan reclamar y acreditar la propiedad de los predios. En este sentido, explicó que “las garantías son máximas, y mayores que había en la ley estatal hasta ahora”, ya que la Agencia Gallega de Desarrollo Rural, después de finalizar el procedimiento de investigación, si aparece el propietario  se le aporta a este las fincas y las rentas que tuvo durante el tiempo que estuvieron alquiladas. Lo que se procura es “regularizar la titularidad”, dijo el conselleiro. En la norma se establece y se detalla la declaración de abandono o infrautilización de terrenos, un paso previo fundamental para fomentar su gestión.

Instrumentos de recuperación

En esta línea, la nueva norma regirá un conjunto de instrumentos voluntarios para movilizar la tierra, que convivirán con la declaración de nuevas concentraciones parcelarias en lugares en los que haya iniciativa agrícola y ganadera. Entre ellos destacan los polígonos agroforestales, las aldeas modelo y las agrupaciones de gestión conjunta, figuras que desgranó José González, insistiendo en “que garantizan la seguridad jurídica para propietarios y destinatarios, así como la rentabilidad”.

El conselleiro señaló que los polígonos agroforestales tienen por objeto poner a producir áreas de tierra agraria abandonada o infrautilizada y con buena capacidad productiva, por iniciativa de la administración o de particulares

José González indicó también que mediante la figura de las aldeas modelo se busca recuperar de manera sostenible tierra abandonada alrededor de los núcleos de población creando actividad agroganadera y, por lo tanto, cortafuegos naturales para anticiparse a los incendios.

Otra figura establecida en la ley es la de las agrupaciones (agroganaderas y forestales) de gestión conjunta. Así, las personas propietarias o titulares de derechos de aprovechamiento de terrenos agroforestales que pretendan gestionar conjuntamente sus parcelas podrán solicitar su reconocimiento como agrupación agroganadera o forestal. José González puntualizó que este modelo de gestión conjunta no supondrá la reorganización de la propiedad de los terrenos agroforestales y comportará la obligatoriedad de su gestión y aprovechamiento de manera conjunta durante el tiempo de vigencia de la actuación en esos terrenos.

El conselleiro destacó otra herramienta que se crea con esta ley, para propiciar el recambio generacional en el campo. Se trata del Banco de Explotaciones, un instrumento público de mediación que facilitará el contacto entre titulares de explotaciones que abandonan la actividad y personas interesadas en incorporarse a ellas, con el fin de garantizar su continuidad y la de sus tierras.

Incentivos para la recuperación

Por último, José González subrayó que la ley prevé medidas generales para promover la recuperación y puesta en valor de la tierra agraria, tales como ayudas públicas, líneas de crédito bonificadas y otros instrumentos financieros (sobre todo, préstamos garantizados cofinanciados por fondos europeos estructurales y de inversión) y contratos temporales de gestión pública. Así, explicó que incorpora incentivos fiscales en impuestos que gestiona la comunidad autónoma y contempla también proponer al Estado medidas fiscales específicas para incentivar la movilización. Dentro de ellas, resaltan las relativas a la imposición sobre la renta de las personas físicas y jurídicas para favorecer el arrendamiento de las parcelas rústicas al Banco de Terras y la transmisión o arrendamiento de los predios que se incorporen a los polígonos, a las aldeas modelo o a las agrupaciones de gestión conjunta. También, incentivos fiscales a favor de la incorporación de agentes promotores a los mecanismos de movilización, así como en los tributos estatales que afecten a las permutas en suelo rústico, concluyó José González.

Como final de su intervención, el conselleiro reiteró -como ya había hecho en sede parlamentaria- que “no tenemos otra intención que acertar con la aplicación de esta ley, porque estamos encarando un problema fundamental, que es el abandono del territorio” y añadió que gracias a esta norma y al impulso de las líneas de apoyo de la Unión Europea “probablemente esta sea la generación que tenga la mejor ocasión de poner todo esto en valor”. Finalizó advirtiendo que “la clave es tener actividad rentable en el territorio, que la gente que viva en el rural viva también del rural”.

Enlace a la Ley de recuperación de la tierra agraria que publica hoy el DOG:
https://www.xunta.gal/dog/Publicados/2021/20210521/AnuncioC3B0-190521-0001_gl.html