Las comunidades loberas exigen al Estado que aborde la gestión de la especie con rigor y deje atrás la improvisación

Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, que concentran nos sus territorios el 95% de los lobos de todo el país, exigieron hoy al Gobierno del Estado que aborde la futura gestión de esta especie desde el rigor y dejándose asesorar por las comunidades loberas, que son las que mejor conocen la realidad del lobo nos sus territorios, en lugar de seguir actuando de forma improvisada y unilateral.

Esta fue la principal conclusión de la videoconferencia que mantuvieron esta tarde la conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, y sus homólogos de las otras comunidades loberas tras hacerse público ayer que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se había reunido con las organizaciones agrarias para hablar sobre el lobo y de su propuesta para incrementar el actual nivel de protección de esta especie.

Tras lamentar una vez más que el Gobierno ignore su opinión, a pesar de que de forma reiterada le han solicitado que cuente con la experiencia adquirida durante años en la gestión del lobo, los cuatro responsables autonómicos consideraron injustificable que el Estado mantenga a las comunidades loberas al margen de la decisión y no se deje asesorar.

Así, insistieron en que tendrá consecuencias directas para sus territorios y supondrá una amenaza para el sector agroganadero ya que, en la práctica, significará prohibir cualquier acción cinegética de control sobre estos animales.

En este sentido, los cuatro conselleiros exigieron al Gobierno central que desista de su intención de incluir el lobo en el Listado de especies silvestres en régimen de protección especial (Lesrpe) hasta que se consensúe la nueva Estrategia nacional de gestión y conservación de la especie.

Esta misma postura ya había sido defendida por un total de 11 autonomías las cuatro más afectadas (Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León) además de País Vasco, Aragón, Madrid, Murcia, Andalucía, Navarra y la ciudad autónoma de Ceuta , en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente celebrada hace un mes, durante la que se abordó el estado de tramitación de la solicitud para incrementar el actual nivel de protección del lobo ibérico.

Desde ese día, ninguna de las comunidades tuvo noticias sobre los planes del Gobierno hasta que ayer trascendió a través de los medios de comunicación que el director general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, Jorge Marquínez, les había trasladado a las organizaciones profesionales agrarias que el Ministerio había previsto posponer la inclusión del lobo en el Lesrpe para evitar el vacío jurídico que supondría hacerlo antes de tener una nueva estrategia nacional.

Cuando aún no habían transcurrido ni 24 horas desde que se había hecho pública esta información, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, salió para desmentirlo y negar que se vaya a negociar "desde cero" un nuevo plan de gestión y control del lobo, asegurando que el proceso para la entrada en vigor de la orden que prevé incorporar esta especie al Lesrpe “sigue siendo el mismo”.

En este sentido, los cuatro conselleiros interpretaron las últimas manifestaciones del Ministerio y las contradicciones entre sus diferentes responsables como una muestra más de la irresponsabilidad, la falta de empatía y la desinformación con la que el Gobierno central lleva meses afrontando este tema, una actitud que, desde su punto de vista, refleja que tiene dudas sobre la viabilidad de su propia propuesta.

Falta de información

Ante la falta de información oficial de primera mano, los responsables autonómicos coincidieron también en lamentar los “bandazos” que sigue dando el Estado en este asunto, generando incertidumbre y aun más inseguridad entre las comunidades y el sector agroganadero, que convive y comparte territorio con el lobo gracias a un difícil equilibrio en el que resulta imprescindible poder contar con herramientas efectivas de control y gestión.

En todo caso, recordaron a la ministra Teresa Ribera que aún hace tiempo para rectificar, que puede paralizar la tramitación de la medida y abrir un diálogo con todas las comunidades, en especial, con las cuatro que llevan años gestionando en solitario estas poblaciones para diseñar una estrategia consensuada y que conténte a todas las partes.