La Xunta traslada a la flota de palangre gallega un informe jurídico que tacha de arbitrario el veto del Gobierno central a la comercialización del marrajo

El dictamen encargado por el Ejecutivo gallego a la Universidad de Santiago de Compostela sostiene que la prohibición de su venta es contraria al ordenamiento jurídico por lo que los afectados podrían recurrir esa decisión y reclamar posibles daños y perjuicios

El análisis incide en que no tiene sentido impedir la comercialización del marrajo para preservar el estado de la especie cuando las cuotas de captura son fijadas por las organizaciones regionales de pesca y por la Unión Europea teniendo en cuenta criterios científicos y los ejemplares que se impide vender ya están muertos

El documento destaca que “no es constitucional ni legalmente admisible” separar la tramitación de la actividad pesquera de la comercialización de las capturas a pesar de que las competencias en la materia estén repartidas en distintos departamentos ministeriales pero de un mismo Gobierno

Galicia vuelve a demandar una solución urgente la esta situación que ponen en riesgo a rentabilidad del sector
 

Santiago de Compostela, 1 de abril de 2021

La conselleira del Mar, Rosa Quintana, mantuvo esta semana un encuentro por videoconferencia con distintos representantes de la flota de palangre de superficie de Galicia en el que les trasladó las conclusiones de un informe jurídico encargado por la Xunta a la Universidad de Santiago de Compostela (USC) sobre el actual bloqueo del Gobierno central a la comercialización del marrajo. El dictamen determina que el veto a la importación de esta especie, decretado por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, constituye una “decisión arbitraria y contraria al ordenamiento jurídico”, por lo que puede recurrirse por vía administrativa o contencioso-administrativa.

El informe expuesto al sector incide además en que, acreditando que esa actuación administrativa arbitraria derivó en daños económicos a la flota, existe la posibilidad de que los afectados reclamen una responsabilidad patrimonial -daños y perjuicios- a la Administración General del Estado por su actuación.

El análisis emitido por la USC pretende dar respuesta a las incertidumbres en las que se encuentra la flota de palangre, que cuenta con unas posibilidades de pesca de marrajo que, una vez capturadas, no puede comercializar al carecer de los certificados que debe emitir el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico para avalar su importación.

En este sentido, el estudio jurídico subraya que, toda vez que la pesca del marrajo está sujeta la cuotas que limitan su captura fijadas por las organizaciones regionales de pesca y la Unión Europea en base a criterios científicos, impedir la comercialización de las capturas no se puede justificar desde un punto de vista racional para garantizar la conservación de la especie. En esta línea, recuerda que ese aspecto ya fue tenido en cuenta al fijar las cuotas de pesca y que en nada favorece la protección del recursos a prohibición de la venta de unos ejemplares ya muertos y que fueron capturados con la autorización previa de la misma Administración -en este caso del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación- que después impide su comercialización.

Falta de coordinación

La situación actual es fruto de la falta de coordinación entre distintos departamentos del Gobierno central implicados en este asunto -el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico-, un aspecto que también aborda el análisis jurídico elaborado por la Universidad de Santiago de Compostela.

El documento recoge que la pesca y la comercialización del marrajo son dos fases inseparables de una misma actividad económica dado que la captura de los recursos no tiene más finalidad que su comercialización. Por eso, el dictamen sostiene que “no es constitucional ni legalmente admisible que pueda haber una completa desconexión” entre los requisitos administrativos para la realización de estas dos partes de la actividad por el simple hecho de que las facultades para intervenir sobre ellas estén repartidas entre varios departamentos ministeriales.

Ante este escenario, Galicia vuelve a demandar una solución urgente al bloqueo que está sufriendo la comercialización del marrajo, dejando capturas retenidas a bordo de los barcos o en tránsito hacia España, lo que ponen en riesgo a rentabilidad del sector. El bloqueo de las capturas de marrajo -una especie que no es la principal en la actividad de esta flota, pero que supone un importante complemento en su facturación- afecta a más de 130 buques de palangre de superficie gallegos que dan empleo a más de 850 tripulantes. Además, se trata de un sector que exporta, junto con la industria asociada a él, cerca de 125 millones de euros al año.
 

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