El Diario Oficial de Galicia publica hoy la orden que regula la presentación y la comunicación de reclamaciones

Los centros de servicios sociales tendrán que presentar por vía electrónica las quejas de los usuarios para reducir los tiempos de tramitación

Este sistema permitirá que los servicios de inspección reciban la documentación inmediatamente

Se pretende ofrecer un mayor control en el procedimiento y mejorar la información que tienen los ciudadanos sobre sus quejas

Se incorporan modificaciones normativas en la capacidad máxima de las habitaciones de las residencias y en la configuración de los hogares residenciales, entre otras

Santiago de Compostela, 22 de enero de 2021

Los centros de servicios sociales tendrán que presentar por vía electrónica las quejas que los usuarios reflejan en su libro de reclamaciones para reducir los tiempos de tramitación y respuesta por parte de los servicios de inspección. El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica hoy la orden que regula este proceso, que permitirá la recepción inmediata de la documentación para su resolución.

El objetivo es ofrecer un mayor control y seguridad en el procedimiento y en la documentación presentada. Además, también busca mejorar la información que tienen los ciudadanos sobre las quejas que presentan al almacenar las reclamaciones en la carpeta ‘ciudadana' de la Sede electrónica. Este apartado permite archivar todos los documentos presentados y hacer un seguimiento más exhaustivo de cada solicitud. Esta obligatoriedad en la presentación telemática será optativa en el caso de aquellas quejas presentadas directamente por usuarios o familias.

Esta orden también recoge modificaciones normativas. Entre ellas, se establece que las habitaciones tendrán una capacidad máxima de dos plazas; se flexibiliza la configuración de los hogares residenciales para adaptar los requisitos de acceso a la realidad de los mismos; se contempla la adaptación de las viviendas comunitarias para favorecer la permanencia de las personas usuarias que pasan a tener más de un grado I de dependencia hasta que se les adjudique plaza en un centro apto; así como la flexibilización de los requisitos de la zona de administración y de los servicios higiénicos de los centros de inclusión y emergencia social situados en viviendas normalizadas, con el fin de hacerlos más parecidos a un hogar.