Galicia ve escasos los avances en la negociación de las cuotas de pesca del año que viene y trabaja con intensidad en la defensa de los intereses de su flota

La conselleira del Mar, Rosa Quintana, lamentó hoy que la primera propuesta de acuerdo presentada por la Presidencia de la Unión Europea sobre los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas para 2021 en aguas comunitarias es muy negativa y escasa pues incluye avances mínimos en relación con la propuesta inicial. En este sentido, indicó que las negociaciones mantenidas durante la jornada de ayer apenas dieron frutos y subrayó que Galicia seguirá trabajando con intensidad para acercar argumentos y demandas al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para su defensa en las negociaciones y proteger así los intereses de la flota gallega.

Galicia participa en el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea en representación de las comunidades autónomas de España y, aunque no puede estar presente directamente en las negociaciones por las restricciones de aforo por el coronavirus, mantiene un contacto permanente con la delegación española para defender los argumentos de la comunidad. En esta línea, la titular de Mar consideró insuficiente a oferta de la UE de suavizar mínimamente los recortes de las posibilidades de pesca en cuatro de las 14 especies de interés para la flota gallega que partían con propuestas a la baja, como son la merluza sur, el lenguado tanto en Francia como en el Cantábrico y el abadejo de Francia.

La titular de Mar defendió que se puede mejorar la propuesta de la cuota de merluza en el Cantábrico-Noroeste hasta conseguir la estabilidad en relación con 2020 toda vez que la proyección del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) para el TAC acordado para este año apuntaba a una recuperación de la biomasa del 50%, por lo que se trata de un recurso en buen estado biológico.

Galicia también recuerda la importancia de otras especies como el lenguado o el rape, con propuestas de lance de las posibilidades de pesca que tienen un impacto económico potencial directo -en primera venta- para España mayor que el de la merluza. En el caso del lenguado llegaría a los dos millones de euros y en el del rape a los tres, frente a los 1,9 millones de la merluza, de acuerdo con el informe socioeconómico elaborado por la Xunta sobre la propuesta de cuotas y entregado al Gobierno central para la defensa de los intereses de la flota en esta negociación.

La conselleira del Mar explicó también que la delegación gallega tiene otras demandas como el establecimiento de un TAC anual para la cigala en el Cantábrico-Noroeste que permita la apertura de la pesquería en condiciones sostenibles y acordes con un análisis riguroso del estado del recurso como se hizo en los últimos años para conocer su evolución.

Otra de las peticiones de Galicia se refiere a la raya, sobre la que defiende que los TAC sigan estables pues es un complemento fundamental para los ingresos de la flota de artes menores. En este sentido, propone un incremento de las posibilidades de captura en aquellas especies que muestren una tendencia positiva y la aplicación de medidas especiales para aquellas variedades que se encuentren en peor estado.

En cuanto a las cuotas de especies de aguas profundas, la Xunta pide que se dejen sin efecto los TAC del besugo y del sable negro, al igual que se hizo anteriormente con otras especies como la bertorella o el granado, pues son poblaciones de pescados sin actividad dirigida, es decir, suelen ser accesorias de la actividad pesquera, por lo que son de escasa relevancia de captura y sin riesgos relativos a su conservación.

Aguas de Gran Sol

La representante del Ejecutivo gallego también lamentó que se avanza muy poco en una fórmula que permita faenar a la flota en aguas del Gran Sol y Francia y señaló que en caso de haber ajustes de cuotas deberían hacerse durante nueve meses y no en el año completo. Por eso, pidió una fórmula para trabajar durante los tres primeros meses del año a la espera de un acuerdo sobre el brexit y expuso la necesidad de flexibilizar las medidas para el resto del año habida cuenta la situación de pandemia y la menor capacidad de aprovechamiento de las cuotas que hubo este año por ese mismo motivo.

Rosa Quintana también se refirió a las especies reguladas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat) y subrayó que tanto la imposibilidad de hacer reuniones presenciales como la lentitud de las negociaciones no deben ir en contra de los pescadores. En este sentido, apuntó la necesidad de hacer constar en el Iccat el buen estado del bonito del norte para solicitar un incremento de la cuota de pesca en 2021 superior al 12% inicialmente propuesto.