La Xunta y la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil colaboran para recuperar los terrenos afectados por el fuego en el ayuntamiento ourensano de Lobios

La Xunta y la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) colaboran para aminorar los efectos del fuego en las zonas afectadas por el incendio que se registró en septiembre en la parroquia de Río Caldo, en el ayuntamiento ourensano de Lobios, dentro del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés. En concreto, la Consellería de Medio Rural comenzará esta misma semana trabajos de helimulching en un total de 80,90 hectáreas, para paliar la erosión del suelo y evitar la escorrentía en terrenos con una importante pendiente.

Así lo destacó el director general de Defensa del Monte, Tomás Fernández-Couto, que esta mañana se reunió por videoconferencia con el comisario de aguas adjunto de la CHMS, Alberto de Anta Montero, así como con otros representantes de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil y de Medio Rural, incluida Cristina Fernández Filgueira, técnica del Centro de Investigación Forestal de Lourizán, con quien se están coordinando las labores que lleva a cabo la Xunta.

Así, según apuntó Tomás Fernández-Couto, los trabajos de la Consellería de Medio Rural se iniciarán esta misma semana. El objetivo es aminorar las pérdidas de suelo a causa de la erosión provovada por el incendio que se inició en la parroquia de Río Caldo, en Lobios, el pasado septiembre y que acabó afectando 2.000 hectáreas. De este modo, las tareas de la Xunta pasarán por el helimulchig en zonas de importante pendiente para crear una cubierta protectora del suelo empleando materias como paja de cereales (de trigo, de cebada o de centeno habitualmente), para evitar no solo la erosión sino también a escorrentía. Se llevarán a cabo una vez las condiciones meteorológicas permitan la actuación de un helicóptero en la zona, circunstancia que no fue posible a semana pasada.

Por su parte, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil se está centrando en minimizar o paliar el daño ambiental que puede causar la llegada de escorrentías con cenizas a los ríos y riachuelos, así como en reducir los riesgos de inundación en las poblaciones existentes en la zona. Desde manera, ya comenzaron a colocar faxinas de ramas sujetas con rollizos de madera quemada alineadas con las curvas de nivel para reducir la velocidad del agua y los arrastres, así como a construir albarradas con madera o piedras en los torrentes para retener las cenizas y sedimentos. Al mismo tiempo, se están realizando desbroces, talas selectivas y retirada de madera de los cauces para reducir la presencia de obstáculos y aumentar la capacidad hidráulica frente a avenidas.

Hace falta recordar que a finales del mes de septiembre las consellerías del Medio Rural y de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda constituyeron una comisión de trabajo conjunta para poner en marcha un plan de regeneración específico para la zona del Parque Natural más afectada por los incendios forestales. Entre las medidas previstas se contemplan tanto actuaciones inmediatas para evitar la erosión y el arrastre de tierra quemada, como otras a medio y largo plazo, propiciando así la regeneración natural de estas zonas y el control sobre la aparición de especies exóticas.

El director general de Defensa del Monte quiso poner de relieve que Galicia fue pionera aplicando desde 2010 trabajos de helimulching y mulching manual, siendo la única región de Europa que estaba empleando estos recursos y que, a día de hoy, están siendo un referente para otras comunidades y países. En esa línea, el monitoreo de los resultados que se realiza todos los años para evaluar a eficacias de estos tratamientos revela unos altísimos índices de eficacia, lo que da muestra del acomodado diseño técnico de las actuaciones.