La Xunta licita por 342.000€ la restauración de la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño, una de las joyas de la Ribeira Sacra

El templo, que disfruta del máximo nivel de protección desde 1931, será intervenido en sus cubiertas y muros para corregir sus humedades y filtraciones

Una vez adjudicado el contrato las obras en este bien de interés cultural tendrán una duración máxima de nueve meses
 

Santiago de Compostela, 3 de julio de 2020

La Xunta de Galicia llevará a cabo las obras de restauración de cubiertas y muros en la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño para solucionar los problemas de humedades que afectan al inmueble. A tal fin, en el día de hoy se saca a contratación una intervención que compromete más de 342.000 euros y se extenderá por un plazo máximo de nueve meses para resolver las patologías de este monumento reconocido como bien de interés cultural (BIC) con la categoría de monumento desde 1931.

Santo Estevo muestra en la actualidad problemas de conservación y mantenimiento que es preciso estudiar para dar una respuesta idónea que evite su deterioro y el de los relevantes bienes muebles que acoge. Las principales aficiones que hace falta solucionar de manera prioritaria son las humedades y filtraciones existente tanto en la cubierta como en la fábrica de la iglesia. Antes bien, el proyecto prevé también mejorar las condiciones de conservación y mantenimiento de los paramentos exteriores de la fábrica; reparar grietas y fisuras; mejorar las condiciones de ventilación de la iglesia y conservar los elementos escultóricos exteriores del templo.

Trabajos de restauración

Las actuaciones concretas previstas en el proyecto técnico son el desmontaje de tejas cerámicas y de la estructura de madera de castaño, acometiendo la recuperación parcial de la estructura en los casos que sea posible; restaurar la cubierta de la nave y ábside; sustituir las ventanas existentes por otras que permitan la ventilación continua, y sellar con mortero de restauración los daños de la envolvente, procediendo a la reubicación de las piezas inestables de la cornisa.

Además, se eliminarán las plantas vasculares y se realizará una limpieza manual de los paramentos exteriores; recuperándose los rejuntados históricos existentes, sustituyendo los de cemento por otros de mortero de cal con selección de arena para armonizar con la textura y color de la fábrica. Finalmente, se restaurarán los elementos deteriorados de las puertas principales y laterales de la iglesia; se redactarán los proyectos de restauración de los elementos escultóricos de la portada, huecos románicos y cornisas, según las prescripciones técnicas del proyecto, y se consolidará, se conservará y se restaurarán los elementos dichos elementos segundo el previsto en los antedichos proyectos.

Para poder desarrollar los trabajos necesarios la Consellería de Cultura y Turismo y la Diócesis de Lugo firmaron el pasado mes de junio un convenio para la puesta a disposición de la Administración autonómica de este espacio monumental lugués.

 

Elemento emblemático de la Ribeira Sacra

El interior de la iglesia, datado a finales del siglo XII, es similar al de la vecina San Paio de Diomondi; se ofrece en una sola nave dividida en cuatro tramos y con techumbre a dos aguas de madera. Como en el caso de Diomondi, esta cubierta se apoya sobre grandes arcos transversales ojivales de posible origen posterior a la fábrica principal de la iglesia, claramente románica. Estos arcos faxóns arrancan de semicolumnas huellas, con capiteles a manera de ménsulas, unidos por una moldura horizontal que discurre a lo largo de los paramento verticales.

La fachada principal está dividida en dos partes por un grano tornalluvias de arquiños semicirculares peraltados, apoyados en canzorros decorados con floróns cuadrangulares inclinados. La parte inferior, análoga a la de la vecina de Diomondi, está formada por una gran portada abocinada flanqueada por dos grandes arcos ciegos de descarga semicirculares rodeados de una guirnalda de piñas. La extraordinaria portada, casi un soportal, está formada por cuatro arquivoltas de medio punto profusamente decoradas.

El cenobio está dedicado a santo Estevo, uno de los primeros diáconos de la Iglesia que, junto a los apóstoles, comenzaron la evanxgelización. Según refiere el investigador Gonzalo Xosé de Francisco, en el siglo V sus reliquias fueron llevadas a Roma, donde se le dedica una basílica. El culto se extiende rápidamente por occidente como demuestra la profusión de su titularidad en las iglesias de esta zona.

La candidatura de la Ribeira Sacra se basa, en buena medida, en el gran patrimonio arquitectónico que se concentra en este territorio, lo que lo convierte en una testigo excepcional de la cristianización del Occidente de Europa que llega hasta nuestros días. Así, con el objetivo de conservar este legado, la Xunta tiene en marcha varios procedimientos para la conservación y restauración de inmuebles como las iglesias de Santo Estevo de Atán, de San Vicenzo de Pombeiro o de Santo Estevo de Ribas do Sil.

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